SECTOR Rodríguez, han detectado un aumento de la actividad en los últimos años en Aragón, debido principalmente a la disponibilidad de agua. Por su parte, el Alentejo y Castelo Branco en Portugal. Desde su punto de vista, “los inversores buscan grandes fincas de regadío, aptas para cultivos de alto valor (olivar, frutos secos, frutas tropicales, cítricos, etc). Entre un 20-25% de la superficie agrícola en el mundo es de regadío y produce alrededor del 50% de los alimentos. La Península Ibérica cuenta con más de 4 millones de hectáreas de regadío”. PROFESIONALIZACIÓN DEL SECTOR Y NUEVOS MODELOS DE CULTIVO Sin duda, la sequía es una de las grandes preocupaciones del sector, por eso, los inversores buscan localizaciones donde la disponibilidad de regadío y la seguridad de abastecimiento de agua estén garantizadas. En esta línea, los nuevos modelos de cultivo altamente mecanizados son fundamentales para garantizar la continuidad de las explotaciones agrícolas en términos de rentabilidad, reducción de mano de obra, sostenibilidad y tecnología. Rodríguez afirma que “en los últimos años, el sector se ha profesionalizado hasta facilitar la entrada de inversores institucionales”. Así, “el número de fondos que operan a nivel global en el sector se ha multiplicado por 15 en los últimos 15 años”. Puntualiza que “también se observa un notable crecimiento en los volúmenes de inversión recientes”. Desde 2021, la inversión institucional en el sector agroalimentario español ha crecido un 150%, pasando de los 800 millones de euros registrados en 2021 a los más de 2.000 millones de euros alcanzados en 2023. EL SECTOR BANCARIO Y LAS COOPERATIVAS COMO SOPORTE DE FINANCIACIÓN Según Antonio Luque del Castillo, Sección de Crédito de la cooperativa DCOOP, las necesidades de financiación del sector por parte de los propietarios de explotaciones, si nos referimos a la tierra, “existe una casuística muy grande y puede que haya nuevos agricultores o productores que quieran ampliar o transformar su explotación”, lo que les hace recurrir a préstamos hipotecarios “soliéndose intentar negociar años de carencia”. En lo que se refiere a la financiación de las producciones, “en nuestro caso solemos ir haciendo entregas a cuenta por la producción a las cooperativas, para que éstas atiendan a los cooperativistas y puedan hacer frente a los gastos de campaña, dándole la posibilidad de financiarse en la campaña con unos intereses lo más bajos posibles”. Asimismo, se está produciendo cierta evolución por parte de las entidades financieras a las nuevas demandas de agricultores, pues “suelen tener productos específicos para el sector agrario”, aunque “hay algunas de ellas más centradas históricamente en el campo”. En este sentido, también se percibe cierta evolución por parte de los profesionales del campo, que tienden a ser más conscientes de que la financiación es un elemento muy importante en su explotación. En el caso concreto de las cooperativas, es una realidad que cada vez ofrecen más servicios a sus socios, “entre los que se encuentran la posibilidad de acceder a productos financieros con unas condiciones ventajosas dentro de unos límites”. Dcoop, al tratarse de una cooperativa de segundo grado con una elevada masa social, tiene la posibilidad de acceder a las entidades financieras y que éstas estudien las operaciones con condiciones más competitivas. Del mismo modo, también hay que señalar que la transformación digital ha traído al sector agrícola una serie de facilidades con su implantación, “minimizando costes y haciendo más fácil y eficiente el trabajo”. Si esta relación con la digitalización de los agricultores la trasladamos al ámbito financiero, “como otros ciudadanos, van con los tiempos, intentando adaptarse a las nuevas operativas bancarias que cada vez son más digitales”, a pesar de que “esto supone más dedicación burocrática a estos menesteres que complica muchas veces la dedicación a su trabajo”. EL SECTOR BANCARIO, PUNTO DE INFLEXIÓN ANTE EL NUEVO PANORAMA Por su parte, Roberto Ruiz, responsable de negocio agrario del BBVA, señala que la producción agropecuaria presenta peculiaridades específicas que influyen en sus necesidades financieras. En concreto, “la estacionalidad de la producción provoca desfases entre los ingresos y los gastos que requieren de financiación específica y adaptada al calendario de cada producción”. Por esta razón la entidad apuesta por productos como el anticipo de ayudas o las cuentas de crédito que se adaptan especialmente a esas necesidades. En lo que respecta a las explotaciones competitivas, “son fuertemente demandantes de financiación para la adquisición de equipos, instalaciones, tierra, ganado reproductor, etc”. Por ello, Ruiz indica que la financiación para atender estas necesidades requiere de plazos adaptados a su vida útil; “con carencia en aquellos casos en los que existen periodos de entrada en producción alargados”. Del mismo modo, los cuadros de amortización Antonio Luque del Castillo, Sección de Crédito de DCOOP. 77
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