HC372-HORTICULTURA 372

DOSIER FRUTOS ROJOS S.enterica disminuyó de forma importante con reducciones superiores a las 2 unidades logarítmicas respecto el control, llegando a una población inferior al LD tras 8 semanas a -20°C. Diversos autores han descrito el efecto antimicrobiano de los aceites esenciales. Por ejemplo, Cabarkapa et al. (2019) observaron como el carvacrol reducía la capacidad de formación de biofilms de tres cepas de S. Typhimurium. En otro estudio, la aplicación de aceites esenciales encapsulados en combinación con los ultrasonidos en tomates ‘cherries’ frescos redujeron significativamente la población de Salmonella (Su et al., 2023). Por otro lado, la combinación de antimicrobianos ha mostrado tener un efecto sinérgico (Shi et al., 2016). La actividad antimicrobiana de los aceites esenciales está asociada con su estructura química que puede alterar la permeabilidad de la membrana celular y producir muerte celular. 2. Efectividad de la aplicación de RP-7 frente a Norovirus murino en fresa congelada En el caso de Norovirus murino, la aplicación de RP-7 redujo su población a partir de la primera semana de congelación, donde se observó que hay diferencias significativas entre la población en las fresas control y las fresas con RP-7 (Figura 2). Asimismo, la población en las fresas control se mantuvo por encima de la población de las fresas con RP-7 durante las ocho semanas de congelación con poblaciones por encima de los 5 logaritmos ufp/fresa. Por el contrario, en las fresas con RP-7 se observó una disminución de población de 2,1 unidades logarítmicas entre el tiempo 0 y la octava semana. Los mecanismos de acción de los aceites esenciales para inactivar a Norovirus son variados. Por ejemplo, Gilling et al., (2014) observaron que el citral no degradaba la cápside del virus, sino que incrementaba de tamaño por una unión entre la substancia y la cápside. Esta unión podría afectar a la capacidad infectiva del virus. Otros autores han observado como la aplicación de un recubrimiento a base de té verde redujo la población de norovirus murino en más de 2 unidades logarítmicas tras 24 h a 10°C (Falcó et al., 2019). En nuestro caso, al cabo de las ocho semanas conseguimos una reducción de más de 2 unidades logarítmicas. El mayor tiempo necesario para conseguir la misma reducción puede deberse a que las fresas se han conservado en congelación, temperatura a la cual el virus queda latente y está protegido de la acción de los aceites esenciales. Figura 2. Población de Norovirus murino inoculado artificialmente en fresa sin recubrimiento (Control) y con recubrimiento (RP-7) conservada a -20°C. Las letras indican las diferencias significativas entre tiempos para cada tratamiento según la prueba HSD de Tukey (p < 0,05). Los asteriscos (*) muestran la existencia de diferencias significativas entre los dos tratamientos a un tiempo dado según la prueba de t-student (p < 0,05). En el caso de Norovirus murino, la aplicación de RP-7 redujo su población a partir de la primera semana de congelación, donde se observó que hay diferencias significativas entre la población en las fresas control y las fresas con RP-7 47

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