77 SECTOR en las dificultades del mercado de las leguminosas que se manifiestan en la necesidad de las importaciones desde países terceros: "Somos totalmente dependientes ya que nuestra producción es muy baja", recalcó. Además, prosiguió, "existen estrategias como la de la proteína de la Unión Europea, también en la PAC y en el Pacto Verde, que hacen que estos cultivos puedan resultar atractivos para los agricultores por su rentabilidad y así conseguir aumentar la producción en la UE, disminuir las importancias y la dependencia externa que actualmente tenemos". Por su parte, el Subdirector General de Medios de Producción y de la Oficina Española de Variedades Vegetales del MAPA, José Antonio Sobrino, resaltó el momento crucial en el que nos encontramos. “Se está avanzando en la UE en dos importantes regulaciones que afectan de lleno a la actividad del I+D+i para el desarrollo de nuevas variedades vegetales y a la producción y comercialización del material vegetal para la reproducción de semillas y plantas. Desde la primera PAC en Europa, la soberanía alimentaria ha sido una prioridad”, comentó Sobrino. “Desde el Ministerio, estas dos propuestas se ven como un impulso a la investigación y el desarrollo dentro de la Unión Europea, todas estas tecnologías basadas en la ciencia, una ciencia segura, que queremos que nuestros agricultores puedan tener a su disposición”, en referencia a la regulación de las nuevas técnicas de edición genética en agricultura, o NGT por sus siglas en inglés. Durante su intervención, Miguel Ángel Lureña, conocido influencer y doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos puso de manifiesto que cada vez existen más nuevas fuentes de proteína cuyo fin es disminuir la ganadería intensiva, aunque algunas producen rechazo, como ocurre con los insectos comestibles. "Se busca una buena proteína vegetal con la mejor calidad de proteína. Cuando se habla de tecnología ligada a la alimentación, no es un concepto bien acogido por parte del gran público que tiene una idea bucólica de la agricultura y del medio rural, una idea que no es real y que tenemos la obligación de trabajar para cambiarla; y que la sociedad conozca la realidad del sector agroalimentario", reclamó. La Asamblea General de ANOVE concluyó con la participación de Ana Rodríguez Castaño, Directora General de Producciones y Mercados Agrarios en el MAPA. En su intervención remarcó que “producir más usando menos recursos es la mayor demanda de toda la cadena, desde el agricultor al consumidor. La pandemia de COVID y otras tensiones económicas como la invasión de Ucrania han provocado una crisis en la alimentación, nos tenemos que basar en las nuevas tecnologías que presentan soluciones para la agricultura y la alimentación. La ciencia es la mano que debemos agarrar para conseguir alimentar a una población creciente, y queremos resaltar las nuevas tecnologías que dan soluciones rápidas y más baratas conocidas como técnicas de edición genética". La responsable del MAPA añadió que "nuestra prioridad es que la UE -que está debatiendo la regulación de estas técnicas genómicas con el compromiso e impulso de España- alcance un acuerdo. En este impulso final, contamos y esperamos seguir contando también con el apoyo de todo el sector y os pedimos que sigáis contribuyendo desde la divulgación para conseguir este acuerdo que nos beneficiará a todos. No olvidemos que este sector, unido, todo lo puede". UNA APUESTA DECIDIDA POR LA INVESTIGACIÓN Y EL EMPLEO DE CALIDAD La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) celebra anualmente desde su fundación en 2006, su Asamblea General, a la que son convocadas actualmente las 63 empresas y centros de investigación que forman parte de la entidad. Sus asociados ponen en el mercado la mayoría de las variedades utilizadas en los principales cultivos: 99% de hortícolas, 85% de frutos rojos, 90% de frutas dulces, 100% de maíz, 100% de remolacha, 90% de cereal, 90% de girasol o 80% de algodón. Los socios integrantes de ANOVE son entidades muy diversas, desde centros públicos de investigación, microempresas, negocios familiares y pymes hasta grandes empresas que cotizan en bolsa. Todas ellas coinciden en que la mejora vegetal requiere tanto de importantes inversiones en I+D como de un sólido sistema de propiedad intelectual. n La regulación en la UE de las nuevas técnicas de edición genética puede suponer un gran impulso en la obtención de variedades mejor adaptadas a los retos actuales de la agricultura.
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