59 DOSIER PATATA La agricultura regenerativa reivindica que la salud del suelo está intrínsecamente ligada a la sostenibilidad total de nuestro sistema alimentario, desde la calidad nutricional de las plantas y animales, hasta el futuro de nuestro planeta. Su objetivo es, por tanto, regenerar, estimular y mantener la fertilidad y biodiversidad de la tierra: promueve un suelo que albergue una gran cantidad de vida y materia orgánica y que sea capaz de producir alimentos, utilizando los recursos propios de la naturaleza. Lo hace empleando técnicas agrícolas, ganaderas y/o silvícolas que alimentan de forma natural a las plantas y protegen el suelo de las intervenciones que puedan afectar a sus propios procesos biológicos. Todo esto significa que las explotaciones y la agricultura en su conjunto se están volviendo más 'verdes', pero se utilizan diferentes términos para describir estos procesos. Ya sea agricultura regenerativa o sostenibilidad, todas tienen varios significados y prácticas detrás. La agricultura regenerativa se basa, principalmente, en tres pilares: el cuidado del suelo, la gestión de los recursos hídricos para responder a la demanda de agua y el incremento y la mayor conservación de la biodiversidad. En síntesis, las prácticas regenerativas generan mayores productividades y alimentos más saludables, reestablecen los servicios ecosistémicos y los mantiene en equilibrio, enriqueciendo a su vez los medios de vida de las comunidades con mejores ingresos económicos y procesos participativos. La fertilidad del suelo puede potenciarse incorporando cultivos de protección que agreguen materia orgánica al suelo, lo que mejora su estructura y promueve un suelo sano y fértil; también puede mejorarse la fertilidad del suelo utilizando abono verde o cultivando leguminosas, para fijar el nitrógeno del aire a través del proceso de fijación biológica de nitrógeno. En cierto modo, podemos decir que lo que hoy se denomina agricultura regenerativa se puede asimilar con los clásicos 'códigos de buenas prácticas agrarias', con algunas consideraciones añadidas. La agricultura regenerativa y otras llamadas 'promesas verdes' no son nada nuevo en el mundo agrícola. En las últimas décadas, muchos agricultores se han centrado en formas de conservar su suelo y hacer que sus explotaciones sean más sostenibles en general (reducir los insumos, utilizar cultivos de cobertura, reducir el laboreo para mantener el suelo en la parcela, etc.). ¿Cuáles son las ventajas de la agricultura regenerativa? • Ayuda a restaurar los suelos y mejora su calidad física, química y biológica. • Mejora la retención de agua y reduce la erosión. • Reduce la sensibilidad de los cultivos a diversos factores, tanto productivos como sanitarios y mejora su producción. La consecución de los fines que persigue la agricultura regenerativa no se logra de un día para otro, sino que es un camino largo, en el que hay que empezar por pequeños pasos. Para empezar, es importante tener en cuenta una serie de cuestiones fundamentales para tener éxito en el intento. Para iniciar nuestro proyecto, deberíamos: 1. Conocer bien el terreno y su adecuación a la producción de patata. 2. Tener presente las condiciones climatológicas y medioambientales. 3. Elegir bien qué se va a plantar, considerando tanto la rotación de cultivos a establecer, como las variedades de patata a producir. 4. Considerar las infraestructuras necesarias para la mejora de la explotación. 5. Contar con clientes para las patatas y los demás productos que se van a producir en la explotación. Enterrar el abono mineral nada más aportarlo al terreno.
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