Horticultura

Figura 1. Evolución del potencial hídrico de tallo en uva de mesa regada sin limitaciones hídricas y bajo riego deficitario controlado en el período de post-envero. El área coloreada en rojo entre las dos curvas corresponde a la integral de estrés hídrico (SΨ) acumulada en el período. 43 RIEGO definiéndose como la aplicación de riego por debajo de las necesidades hídricas de un cultivo durante los períodos fenológicos no críticos (menos sensibles al estrés hídrico), denominándose en este caso, riego deficitario controlado (RDC); o durante el ciclo completo, con una menor intensidad de estrés hídrico, y que correspondería a un riego deficitario sostenido (RDS) [13]. Ambas estrategias de riego han sido validadas en varios cultivos leñosos como una alternativa viable para incrementar la productividad del agua en zonas templadas, entre los que destacan la nectarina [7,8], cerezo [9], melocotonero [10–13], paraguayo [14], ciruelo [15], almendro [16–18] albaricoque [19–23], cítricos [24–35] y uva de mesa [36–39]. El éxito de una estrategia de riego deficitario dependerá de la correcta delimitación de las fases fenológicas del cultivo consideradas no críticas, es decir, no sensibles al déficit hídrico, y la intensidad del estrés hídrico aplicado, definida por el valor umbral del indicador del estado hídrico del suelo y/o planta empleado y su acumulación durante el período. Asimismo, es recomendable que durante el resto del ciclo del cultivo, el cálculo de las necesidades hídricas del cultivo (evapotranspiración de referencia, coeficientes de cultivo, eficiencias de aplicación y precipitación efectiva) sea complementado con la información del estado hídrico del cultivo, que pueden controlarse directa o indirectamente mediante varias herramientas tecnológicas [40]. INDICADORES DEL ESTADO HÍDRICO DE CULTIVO LEÑOSOS Existen diferentes indicadores del estado hídrico de suelo y planta empleados en la programación del riego en cultivos leñosos obtenidos a través de evaluaciones puntuales en parcela, o mediante sensorización en continuo. Todos ellos presentan ventajas e inconvenientes respecto a la sensibilidad al estrés hídrico, rangos de funcionamiento, coste, escala temporal y espacial, procesamiento de datos, etc. Entre ellos, destacan el potencial hídrico de tallo medido a mediodía, con la cámara de presión de tipo Scholander, la determinación de las fluctuaciones del diámetro de tronco y fruto mediante dendrómetros, la velocidad del flujo de savia medido con sensores de disipación térmica, parámetros de intercambio gaseoso foliar (fotosíntesis, transpiración y conductancia estomática foliar) medida con analizadores infrarrojo de gases, la variación del contenido de agua del suelo con sensores del tipo FDR y TDR, la energía del agua en el suelo con sensores capacitivos de compensación térmica, y finalmente, índices de vegetación o relacionados con la temperatura de la canopia mediante sensores multiespectrales y térmicos, generalmente montados sobre drones o satélites. No obstante, el potencial hídrico del tallo (Ψs) ha sido ampliamente validado para la toma de decisiones en la programación del riego por su elevada sensibilidad a la disponibilidad hídrica del suelo, condiciones ambientales y, además, porque es una medida directa del estado hídrico del cultivo [41–43]. Este corresponde a la tensión del agua en el xilema de la planta, por lo que la presión necesaria para expulsar el agua del pecíolo de una hoja previamente cubierta, para minimizar su transpiración, correspondería al potencial hídrico de tallo del cultivo. Asimismo, es posible cuantificar el estrés aplicado al cultivo respecto a árboles regados sin limitaciones hídricas mediante la integral de estrés hídrico (SΨ) [44]. En términos simples, corresponde al área comprendida entre ambas curvas de Ψs, la correspondiente a los árboles bien regados y la de los deficitarios. Por ejemplo, el período no sensible al déficit hídrico para uva de mesa cv. Crimson Seedless corresponde al post-envero, con un valor umbral de riego en torno a -1,0 MPa de Ψs y sin sobrepasar una SΨ de 10 MPa día en dicho período (Figura 1).

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