RIEGO 64 Para abordar estos temores y fomentar la certificación de cultivos con el uso de aguas regeneradas, es esencial que las autoridades y los actores involucrados trabajen en conjunto para establecer regulaciones claras y robustas que garanticen la calidad y seguridad del agua regenerada. Además, se deben llevar a cabo campañas educativas para informar adecuadamente a los consumidores sobre las ventajas y controles de esta práctica, así como para demostrar el compromiso de los agricultores con el uso responsable y seguro del agua en la producción de alimentos. Con enfoque, transparencia y colaboración, es posible superar los miedos y desafíos asociados con la certificación de cultivos que utilizan aguas regeneradas, abriendo así la puerta a una agricultura más sostenible y resiliente. CERTIFICACIÓN DE CULTIVOS Y EL USO DE AGUAS REGENERADAS: IMPULSANDO LA SOSTENIBILIDAD AGRÍCOLA Y LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Todos somos conscientes de que el riego es fundamental para la agricultura, ya que sin él no podríamos cultivar nuestros campos. Para lograrlo, es necesario aprovechar todos los recursos disponibles. Sin embargo, también es evidente que nos enfrentamos a escasez de agua debido al uso tradicional que hasta ahora se ha dado a este recurso (como la falta de agua y la salinización de acuíferos naturales). Por tanto, se hace imprescindible recurrir a fuentes hídricas alternativas disponibles. De hecho, se ha demostrado que el uso del agua regenerada se presenta como una opción viable para el riego. En otro orden de ideas, los agricultores deben certificar sus cultivos para poder comercializar y exportar sus productos. Entonces, surge la interrogante clave: ¿Es posible certificar cultivos hortícolas que utilicen aguas regeneradas en su riego? En este contexto, dos aspectos merecen ser tratados detalladamente: En primer lugar, podemos efectivamente emplear aguas regeneradas para el riego de nuestros cultivos, siempre y cuando cumplamos con la legislación vigente que regula su uso. En segundo lugar, los protocolos de certificación de calidad nos permiten certificar nuestros cultivos cuando utilizamos aguas regeneradas en el riego, siempre y cuando dichas aguas cumplan con los estándares establecidos por la legislación vigente. El uso de aguas alternativas, como las aguas regeneradas, emerge como una opción prometedora y necesaria para garantizar la supervivencia y prosperidad del sector agrícola de la zona Figura 8.
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