DOSIER FRUTA DE HUESO 8 La fertilización orgánica provoca efectos estructurales positivos en el suelo e interesantes para el cultivo, aunque los cambios son lentos y se detectan a largo plazo FERTILIZACIÓN Y FERTIRRIGACIÓN ORGÁNICA EN FRUTALES Glòria Àvila. Mas Badia IRTA. Girona Miquel Pascual. Universitat de Lleida. Lleida Josep Rufat. Fruitcentre IRTA. Lleida La fruticultura es un subsector estratégico del sector agroalimentario que se caracteriza particularmente por añadir un alto valor a los factores de producción, entre los que destaca el agua de riego. INTRODUCCIÓN El riego y la nutrición son dos componentes clave de los sistemas de cultivo frutal en zonas áridas o semiáridas. La implantación de sistemas de fertirrigación se han expandido en todo el mundo por cuatro razones fundamentales: el incremento de la superficie de regadío, la intensificación de los sistemas de cultivo, la necesidad de incrementar la eficiencia del agua, ligada a la escasez o al coste de este recurso y la del resto de los recursos de producción, particularmente de los fertilizantes. El área cubierta con sistemas de riego localizado se estimaba en unos 11 millones de hectáreas, con un crecimiento promedio del 10% anual hasta 2030 (Makin, 2020). España se sitúa entre los primeros cinco países del mundo con más superficie regada con sistemas localizados, particularmente en cultivos frutales de regadío y hortalizas, destacando también el grado de utilización como riego de soporte en zonas y cultivos con dotaciones restringidas de agua, como es el caso del olivo y la vid.
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