HC366 - horticultura

48 SANIDAD VEGETAL Argentina’, analizaba los datos de los 25 años de cultivo continuado de organismos modificados genéticamente (OMG) en Argentina. Se estudió del impacto económico y ambiental de la adopción de semillas biotecnológicas en la agricultura argentina en los cultivos soja, maíz y algodón. Una de las conclusiones de dicho informe muestra que “entre 1996 y 2020, la siembra de semillas biotecnológicas incrementaron en promedio la rentabilidad respecto a los cultivos convencionales en 24,52 €/ha en el caso de la soja, 29,50 €/ha en maíz y 182,88 €/ha en algodón”. COMPETITIVIDAD GLOBAL Y EDICIÓN GENÉTICA En un mercado global, la posibilidad de alcanzar la sostenibilidad con las nuevas técnicas de edición genética (NGTs), se presenta también como una nueva manera de alcanzar una producción de alimentos más sostenible. Soledad de Juan, directora de Fundación Antama, asegura que “las nuevas técnicas de edición genética jugarán sin duda un papel fundamental en la agricultura, especialmente cuando en el ámbito de la sanidad vegetal nos están limitando herramientas tan fundamentales como los fitosanitarios. Sólo si somos capaces de obtener plantas resistentes a determinadas plagas o enfermedades, seremos capaces de alcanzar los grandes desafíos que enfrentamos: alimentar a una población creciente y hacerlo de una forma cada día más sostenible”. Según De Juan, “la edición genética nos permite obtener plantas resistentes a plagas y enfermedades de una forma sencilla y segura, siendo una herramienta que ya se está utilizando en otros rincones del mundo y que no tiene ningún sentido que renunciemos a ella en la Unión Europea”. Al analizar la situación, nos confirma que actualmente “las plantas desarrolladas a través de las NGTs deben someterse a la misma evaluación de seguridad aplicada a los transgénicos, incluso en los casos en los que la planta obtenida sea idéntica o similar a una planta convencional, que no está sujeta a evaluación de riesgos”. Se está trabajando en el marco normativo y “esperamos para junio de este año una propuesta por parte de la Comisión Europea”, ya que asegura porque “necesitamos tener cuanto antes un marco normativo para poder empezar a operar con estas tecnologías en el territorio europeo”. En 2021, una evaluación de la Comisión Europea concluyó que la legislación europea sobre transgénicos no es adecuada para las nuevas tecnologías de edición genómica y que debía revisarse, recuerda Íñigo Loureiro. Según la propia Comisión estas nuevas técnicas de mejora genética pueden contribuir sustancialmente a lograr una producción de alimentos más sostenible, a aplicar el Pacto Verde y la estrategia “de la granja a la mesa”, y a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Sin embargo, para que el potencial de estas nuevas técnicas pueda emplearse, siendo la más conocida el CRISPR/Cas, es necesario un cambio previo en el marco regulatorio al cual están sujetas en la actualidad, que es el de los organismos modificados genéticamente. Desde Fundación Antama se apuesta porque el nuevo marco normativo a nivel europeo para las plantas obtenidas por NGTs “no sea discriminatorio” y que el criterio científico "sea el que prime a la hora de definirlo”. Estas limitaciones para Europa están suponiendo quedarnos atrás con respecto a otros países como Argentina, EE UU, Australia o Japón, entre otros. De Juan señala que “hemos perdido el tren de la tecnología en los que a cultivos transgénicos se refiere, y con ello hemos perdido competitividad frente a agricultores de otros lugares del mundo, competidores directos en un mundo global”. Está comprobado que “cuando los agricultores tienen acceso a la innovación y a la tecnología, apuestan por ella y obtienen importantes beneficios”. Enesta línea, RichardBorreani indicaque “las semillas de alta calidad con características adaptadas (logradasmediante diferentes enfoques de mejoramiento, incluido el mejoramiento convencional, las modificaciones genéticas y las nuevas técnicas genómicas), las tecnologías de agricultura digital y de precisión y los productos de protección de cultivos, son elementos cruciales de la caja Soledad de Juan (Fundación Antama): “La edición genética nos permite obtener plantas resistentes a plagas y enfermedades de una forma sencilla y segura, siendo una herramienta que ya se está utilizando en otros rincones del mundo y que no tiene ningún sentido que renunciemos a ella en la Unión Europea”.

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