HC365 - horticultura

72 AGRICULTURA DIGITAL tizar la seguridad y la protección de los datos registrados, la necesidad de formar y acompañar al sector -agricultores y técnicos- en el uso de las tecnologías y la brecha digital que puede limitar el acceso a la digitalización en algunas zonas rurales”. Como solución a esta brecha, Pérez Ruiz concluye que “es preciso actuar tanto en la formación reglada (formación profesional y formación universitaria) como en la no reglada, de manera que los profesionales del sector recién titulados, o bien con años de experiencia, puedan adquirir las competencias necesarias para que las tecnologías formen parte inseparable de su trabajo cotidiano, y de la manera de gestionar las explotaciones e industrias del sector”. EL APOYO TÉCNICO DE LAS COOPERATIVAS Juan Carlos Vega, ingeniero agrónomo y responsable de la sección de Servicios y Suministros de DCOOP, cooperativa de segundo grado, que agrupa a más de 75.000 familias, asegura con la puesta en marcha del CUE, que “al ser de manera electrónica, lo que más se va a notar son los efectos de prestar un buen o mal servicio”. En la sección que coordina, cuenta con un equipo de 35 técnicos de campo y su trabajo fundamental es apoyar a las cooperativas y agricultores en todo lo que necesitan en cuestión de abonos, fitosanitarios, carburantes, electricidad, telefonía, etc., además de la tramitación de la PAC y el servicio técnico en campo. Cuando habla del cuaderno de campo y su digitalización, afirma que desde la cooperativa “ya empezamos a digitalizar la información hace mucho tiempo, porque el cuaderno de campo no es una obligación nueva, ya que desde 2012 venían trabajando estrechamente técnico de grupo y agricultor, y que actualmente cuentan con más de 100.000 hectáreas firmadas con sus socios de olivar para la gestión integral de plagas”. Para él, el CUE es “una centralización de la información que nos puede ayudar a ser más eficientes”. A pesar de que muchos agricultores lo pueden percibir como una carga burocrática más, un coste añadido, para Vega no se trata tanto de control como del manejo eficiente de datos para dar un paso adelante. Para él, “lo caro es la información dispersa, cambiante y la falta de coordinación". La cooperativa como centro de recepción de toda esa información "es muy eficiente, ya que con los programas de gestión que ya tienen para centralizar toda la información y que suele tener un módulo de campo, lo que queda ahora es es afinar un poco los sistemas”, recalca. De las más de 50 jornadas informativas que han realizado sobre el CUE y la PAC y que han sido "multitudinarias", asegura que “han puesto de manifiesto que hay una tremenda necesidad de información y que la gestión integral parece ser la opción más rentable para el agricultor que no tiene destrezas digitales". Afirma que tener un servicio a un coste razonable "es para nosotros una oportunidad y un sistema que funciona para el agricultor pequeño y para el grande”. Para Juan Carlos Vega “no hay paso atrás, sino que es un paso adelante y tendremos que ayudar a los agricultores”, ya que “el cuaderno progresivamente irá ampliando sus páginas y su complejidad, y un agricultor que no tenga un técnico contratado y tenga cierto volumen de datos, no va a poder abordar esas tareas sin apoyo: el técnico es el eje de toda esa información que se les avecina”. El técnico es un asesor que se está constantemente actualizando y formando. En este sentido, “es una oportunidad para estos profesionales”, ya que muy probablemente, DCOOP ampliará la plantilla, pues según Vega, “necesitamos más técnicos, para ser eficientes y que eso no suponga costes añadidos”. “No veo otro método mejor que el cooperativismo para afrontar estos retos”. RELEVO GENERACIONAL Hay muchos agricultores formados y digitalizados que han asumido un relevo generacional haciéndose cargo de la finca familiar. Es el caso de Belén Quirós, ingeniera técnica agrícola y agricultora, que gestiona una finca de 78 hectáreas donde cultiva leñosos, viña, olivar y pistacho en Quero, un pueblo de Toledo. Su pasión le viene de generaciones, desde que su abuelo cultivara las tierras que ahora ella y su padre cultivan. Con sólo 30 años, ya Diego Díaz de la Serna, secretario técnico del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía: “Al ser el agricultor el responsable de realizar el registro de toda la información de manera telemática, surgirá el inconveniente para aquellos agricultores que no están habituados al uso de las nuevas tecnologías, que tendrán que optar por la figura del asesor que será lo que se imponga en la mayoría de los casos”.

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