HC363 - horticultura

ENTREVISTA 60 Gracias a la IA se puede llegar a predecir el momento óptimo de cosecha de un fruto que posteriormente se va a vender para la exportación. Esto se logra gracias a un algoritmo de predicción de madurez, por ejemplo. También permite medir el valor nutricional de un alimento que se va a comercializar en función de este parámetro. En este sentido, creo que la presión de los consumidores y de la distribución para lograr un aspecto visual perfecto de frutas y hortalizas está disminuyendo, en beneficio de lo saludable que realmente sea el producto y del método de producción empleado. En el ámbito de la horticultura, unos de los casos de estudio en el GPAI ha sido la tecnología de sensores desarrollada por Hispatec para medir el grado de madurez de la fruta. ¿Qué importancia puede tener su aplicación para la cadena de valor hortofrutícola y para las transacciones de productos perecederos en el exterior? Una tendencia que está ganando mucho peso en la sociedad actual es la confirmación de las cosas. El seguimiento y la trazabilidad son aspectos en los que la Unión Europea va a poner mucho énfasis en los próximos años. Aspectos como certificar que un alimento se ha producido siguiendo las pautas de la agricultura ecológica o que un cereal atesore un nivel determinado de proteína, son ya puntos clave para la comercialización de productos agroalimentarios. Además, toda esta tecnología redunda en una mejor utilización de los recursos disponibles -sobre todo en el caso del agua- y una mejor adaptación ante los efectos del cambio climático. ¿Cuál sería el cauce más adecuado para trasladar todas estas innovaciones al sector productor de manera efectiva? La manera de hacer más accesible toda esta tecnología es a través de las cooperativas. No obstante creo que las tecnologías disponibles actualmente para los agricultores son asequibles y se pueden pagar, dado que el retorno de la inversión que se obtiene es el adecuado. En el caso de las cooperativas, en Japón ya se está trabajando con un algoritmo que se encarga de ordenar los turnos para el uso en común de cosechadoras de última generación en base al grado de madurez y estado fisiológico de los cultivos. ¿Qué pueden aportar los robots al sector agrario y, en general, con qué plazo se trabaja para que todas estas herramientas digitales sean una realidad en la mayoría de las explotaciones? Los robots lo que van a aportar es la capacidad de análisis. Son capaces de procesar 5.000 datos por segundo. La mayor utilidad de los robots en agricultura pasa por la detección en la automatización de las tareas, es decir, registrar datos e información según se realiza una determinada labor, algo que no está al alcance de los seres humanos. La misión o el objetivo final es que el agricultor no se tenga que preocupar de ciertas tareas y tenga tiempo para encargarse de otras funciones relacionadas con la gestión de las explotaciones agrícolas o ganaderas. Es una tecnología que ya está disponible y que genera un antes y un después, al pasar de una agricultura analógica a otra que podemos considerar digital y que por norma general permite aumentar los rendimientos desde el primer año de aplicación. En cualquier caso creo que la adopción de estas tecnologías se va a generalizar, aunque sea por las imposiciones y las restricciones que sufre la actividad agrícola en estos momentos, sin duda mucho más compleja que la agricultura que se podía practicar hace solo 10 ó 15 años.n

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