48 FERTILIZACIÓN La lucha de las zonas vulnerables por nitratos: cada vez más vigilados Las zonas vulnerables por nitratos, con un nuevo programa de actuación de la Junta de Castilla y León desde el 1 de septiembre, lamentan la falta de claridad y temen la burocracia y la posible pérdida de rentabilidad que conllevan los límites para proteger los acuíferos. Con el próximo Plan Hidrológico, la CHD aumentará las estaciones de control para comprobar que se reducen las aplicaciones de nitrógeno entre un 10 y un 40%. Jaime Sánchez Cuéllar La vigilancia sobre lo que ocurre durante el manejo de un cultivo es cada vez mayor. Los agricultores comunican el uso de los recursos que emplean para sacar adelante sus cultivos, bien sean fitosanitarios, fertilizantes o el consumo de agua, por ejemplo. De hecho, en breve todo se plasmará en el cuaderno de campo digital que deberá actualizarse una vez al mes. Y en este contexto de control, derivado de la incidencia de la actividad agraria en el medio ambiente y la salud, hay un grupo de agricultores que siente cómo el gran ojo que les supervisa es aún mayor: son los que se encuentran en las zonas vulnerables por contaminación por nitratos, el 20% de la superficie agraria útil de Castilla y León. ¿Cómo les afecta? ¿Qué estrategia siguen para no perder producción? Desde el pasado 1 de septiembre está en vigor el nuevo programa de actuación de las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos, que sustituye al anterior de 2009. La nueva orden especifica aún más los límites, con una mayor concreción de lo que se puede y no se puede hacer, con medidas tanto para agricultores como ganaderos. Porque un agricultor de zonas vulnerables está obligado a hacer un estudio de las necesidades reales de fertilización de cada uno de sus cultivos teniendo en cuenta no solo la producción esperada y las extracciones previstas, sino también cómo es su suelo, la cantidad de nitrógeno mineral ya disponible según indiquen los análisis y los aportes de nitrógeno del agua y de la cosecha anterior. Y todo ello plasmarlo en un libro-registro que Inés Calderón, técnico de la cooperativa Horcaol y Javier Alonso, agricultor en Fuente el Olmo de Íscar (Segovia) y socio de la entidad.
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