TROPICALES 24 de papaya en respuesta al aclareo no justificó la eliminación de los frutos en las variedades ‘BH-65’ e ‘Intenzza’, ya que dichas mejoras no compensaron las pérdidas de producción y los costes de cultivo derivados de la intervención (Salinas et al., 2019). En el marco del proyecto EUROPAPAYA también se realizaron ensayos de aclareo de frutos buscando mejorar la calidad de la fruta en ‘Intenzza’ y ‘Caballero’. Los resultados confirmaron que el aclareo de fruta no es una estrategia efectiva para la mejora del tamaño y la calidad del fruto en papaya, que además se acompaña de pérdidas en producción. En cuanto a las necesidades de riego, la papaya es un cultivo exigente, principalmente durante la floración, de forma que un estrés hídrico puede provocar caída de flores y hojas, así como el cese de emisión de nuevas hojas. Los coeficientes de cultivo (kc) empleados para calcular la dosis de riego en papaya se sitúan entre 0,350,5 durante la fase juvenil, desde el trasplante hasta la aparición de los primeros botones florales; 0,5-0,9 durante el cuajado y llenado del fruto; 0,9-1,1 entre la fase de llenado y maduración de los primeros frutos; y 1,2 desde el inicio de recolección hasta el final del ciclo de cultivo. En estas condiciones, el consumo de agua de riego durante el primer año en invernadero en el sureste de España fue de unos 6.000 m3 ha-1, y en el segundo año puede alcanzar los 12.000 m3 ha-1. Una vez en floración es conveniente establecer una dosis de riego constante según la textura y capacidad de almacenamiento de agua del suelo y variar la frecuencia según la demanda del ambiente. La instalación de sensores de humedad para controlar el riego mejora la eficiencia en el uso del agua. Ensayos realizados en el marco Figura 7. Daños producidos por araña roja (7a) y oídio (7b) en un cultivo de papaya. Figura 6. Limpieza y selección de fruta de papaya madurada en el árbol.
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