FRUTOS ROJOS 59 metodologías propuestas por IPCC (2019), EEA (2016) y PEFCRs (2018). • Pesticidas: Los pesticidas incluidos en cada sistema de cultivo (insecticidas, fungicidas, acaricidas y herbicidas) fueron aquellos permitidos dentro de un manejo integrado, y ecológico (CE, 2018; BOJA, 2017; MAPAMA, 2021b). La fabricación y la maquinaria empleada para su aplicación, así como las emisiones al aire de cada pesticida han sido incluidos en esta fase. Dichas emisiones fueron calculadas mediante la metodología descrita en EEA (2013). • Manejo del cultivo: Esta fase incluyó el uso de maquinaria agrícola empleada en el trabajo de campo, la retirada de la estructura del macrotúnel, del acolchado de plástico y de las tuberías de riego por goteo (tractor, subsolador, grada de discos, etc.). En esta etapa se incluyó también el combustible diésel utilizado en los vehículos agrícolas y herramientas de cultivo. HUELLA DE CARBONO El impacto ambiental que se ha considerado en este estudio fue la huella de carbono, que es un indicador que mide el impacto sobre el calentamiento global. En este estudio se da a conocer la importancia de la huella de carbono en los diferentes sistemas de producción de arándano con el fin de seleccionar y mejorar las técnicas de producción, equipamiento y estructuras que minimicen dicho impacto. La huella de carbono se expresa en unidades de dióxido de carbono equivalente (CO2 eq). La evaluación de este impacto es importante en los procesos agrícolas y, en nuestro caso, además, es un impacto ambiental crítico debido a la producción de este cultivo en áreas cercanas al Parque Nacional de Doñana. RESULTADOS La figura 2 muestra la contribución de la huella de carbono en cada una de las fases que intervienen en el proceso de producción de arándano. Sistema Figura 1. Diagrama de flujo para las fases consideradas en cada sistema de producción de arándano. Figura 2. Contribuciones de cada fase a la huella de carbono en diferentes sistemas de producción de arándano. de riego, fertilizantes y estructura fueron las fases con mayor porcentaje de impacto para todos los sistemas considerados. Manejo del cultivo y pesticidas mostraron valores muy bajos o casi nulos. La energía consumida por el sistema de riego y la fabricación y procesado de los elementos necesarios para la instalación del sistema de riego y el sistema hidropónico fueron los principales causantes de los altos valores en la huella de carbono, de 52% en MSI y 57% aproximadamente, en MSE y MHI (figura 2). En la fase fertilizantes, la huella de carbono adquirió valores máximos de 23% y 27% en los sistemas MHI y MSI, respectivamente, debido a las emisiones al aire y agua causadas por la fabricación y aplicación de fertilizantes, principalmente nitrogenados. Estos resultados coinciden con estudios ambientales realizados en fresa (Khoshnevisan y col., 2013, Tabatabaie y Murthy, 2016, RomeroGámez y Suárez-Rey, 2020, entre otros). Por otro lado, los materiales de acero y plástico utilizados para la instalación de la estructura del macrotúnel en todos los sistemas, fueron también responsables de la huella de carbono, con valores que oscilan entre el 21% en MSE y el 17% en el resto de los sistemas. Torrellas y col. (2012), RomeroGámez y col. (2014, 2017), entre otros
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