FRUTOS ROJOS 56 El uso de materiales reciclados y con una mayor vida útil, y el uso de energías renovables, debería ser una prioridad para mejorar la huella de carbono del cultivo de arándano HUELLA DE CARBONO DEL CULTIVO DEL ARÁNDANO Mercedes Romero Gámez Doctora en Química. Investigadora contratada Elisa M. Suárez Rey Doctora en Ingeniería Agrónoma y de Biosistemas. Investigadora titular Centro IFAPA “Camino de Purchil”. Camino de Purchil s/n, 18004 Granada El objetivo de este estudio fue evaluar la huella de carbono de diferentes manejos del cultivo de arándano. La metodología empleada fue el Análisis de Ciclo de Vida. Se evaluaron tres sistemas de producción de arándano representativos de la provincia de Huelva. Los resultados indicaron que los materiales y energía utilizados en el sistema de riego fue la fase que más impacto adquirió en los tres sistemas de cultivo evaluados, seguida por la estructura y los fertilizantes. INTRODUCCIÓN El arándano ( Vaccinium spp.) se está convirtiendo en un cultivo de alto valor en España, con una superficie total de 4.034 ha, una superficie en producción de 3.200 ha y una producción total de 53.380 toneladas (MAPAMA, 2021a). En la provincia de Huelva se ha producido durante la última década un incremento del cultivo de frutos rojos, principalmente la fresa. Pero la necesidad de diversificar las producciones y atender las demandas del mercado han favorecido la expansión de cultivos como el arándano, que ha sufrido una importante expansión en los últimos años, aumentando su superficie en un 250% en los últimos 5 años (Ruiz y Gavilán, 2022). Concretamente, la superficie de arándano en la provincia de Huelva suma un total de 3.310 ha, con 3.089 plantadas en la campaña anterior, 2020/2021 (Gómez y col., 2021) y su exportación al resto de España es del 58,9% (FEPEX, 2021). El incremento en la superficie de este cultivo es el
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