ENTREVISTA 64 No obstante, tengo que decir que a pesar de que Paturpat está creciendo poco a poco, todos los beneficios obtenidos los seguimos reinvirtiendo en este proyecto, porque creemos que es necesario para desarrollar todavía más nuestra actividad. ¿Qué impacto tiene en la comercialización de la patata de Álava el sello de calidad ‘Eusko Label’? La patata fue el primer producto en comercializarse bajo el sello Eusko Label, y de eso va a hacer treinta años enseguida. En estos años han cambiado para bien muchas cosas, desde políticas a sociales, y nuestros productos, poco a poco, se están extendiendo por todo el Estado, lo cual quiere decir que gozan de buena imagen. Para nosotros este ha sido un trabajo constante, bien definido para no despistar al conjunto de los consumidores, y hoy es el mejor estandarte de la producción de la patata de Álava. Creo que este reconocimiento ha contribuido fundamentalmente a que las y los agricultores de la provincia perciban mejores precios que en otras zonas próximas con las que no podemos competir por rendimientos, consolidando una producción estable, no muy grande, pero de calidad. ¿Cómo espera que evolucione la demanda de patata en 2022? ¿El canal Horeca se está recuperando al ritmo deseado? Es cierto que el sector se está recobrando poco a poco, pero hay que tener en cuenta que cada vez que se produce un endurecimiento de las normas, esa recuperación se estanca, o da un paso para atrás. Por eso, pienso que el factor más determinante de la venta en el canal Horeca va estrechamente ligado a la llegada de turistas a nuestro país, y espero que esto se normalice a lo largo de este año. Sin duda, recuperar las cifras del sector turístico obtenidas en 2019, así como la recuperación de la vida social es vital para el canal Horeca. ¿Cómo podría influir en nuestro mercado una eventual recuperación de la superficie de cultivo a nivel nacional y europeo? Como decía, es importante la demanda de turistas que podamos tener en verano para la producción nacional. Respecto a la recuperación de la superficie, por los motivos ya mencionados anteriormente, no creo que en 2022 recuperemos nada en cuanto al consumo, más bien al contrario, si se mantiene la superficie española será un éxito. En los países del norte de Europa en cambio, hay otros factores determinantes muy relevantes. Existe una demanda creciente de patata para uso industrial, y se estima que en los próximos cinco años la industria va a necesitar 40.000 hectáreas más de cultivo de patata, y me pregunto de dónde van a salir. Me temo que la patata para servir a la gran distribución tiene una dura competencia por aquí, ya que hoy por hoy es mucho más fácil hacer patata de industria que de lavado. Para concluir, ¿cree que la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria va amejorar la rentabilidad de los agricultores que se dedican a este cultivo en España? Considero la Ley de la cadena Alimentaria una buena declaración de intenciones para el sector, pero creo que no va a tener grandes efectos a corto plazo. Una cosa es la teoría y otra la práctica. Si no hay intervenciones de oficio, me temo que su recorrido no va a ser el esperado. Dar transparencia a la cadena es importante, pero para eso tenemos que determinar objetivamente los costes del productor, del envasador y de la distribución. Recuerdo un buen informe del MAPA hecho por D. Pedro Martos en 2009, que estudiaba los costes de toda la cadena. Quizás habría que empezar por ahí, actualizándolo. Puede que así mejorásemos todos.n “No creo que en 2022 recuperemos nada en cuanto al consumo, más bien al contrario, si se mantiene la superficie española será un éxito”.
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx