28 DOSIER CÍTRICOS Sin embargo, en otros países la llegada del insecto vector siempre ha precedido a la entrada y expansión del patógeno, tal como ocurrió en Florida donde pocos años tras la entrada del vector empezó a detectarse HLB. Los esfuerzos para erradicar ese foco se centrarán en la aplicación y rotación con insecticidas que se ha demostrado su alta eficacia contra D. citri en otros países (p.e tiametoxam) y una monitorización e inspección exhaustiva de los árboles para localizar el insecto. Dicho seguimiento se está realizando mediante trampas cromáticas pegajosas amarillas y también mediante inspección visual en toda la localidad donde se ha detectado este primer foco, así como en todas las otras regiones citrícolas de Israel. En Israel, la citricultura tiene una gran importancia económica ya que se extiende a un total de 16.900 hectáreas, siendo Emek Hefer una de las principales regiones productoras. Además, una gran parte de la producción de cítricos de Israel se destina a la exportación, principalmente a Francia y otros países de la Unión Europea, habiendo aumentado en los últimos años debido a la caída de la producción en Florida. Ahora, con la llegada de la psila asiática, la producción de cítricos está en riesgo no solo en Israel, sino también en otros países de la cuenca Mediterránea. RIESGOS PARA LA CITRICULTURA ESPAÑOLA La presencia ya constatada de D. citri en Israel supone un gran riesgo para nuestra citricultura pues es la primera vez que se detecta este vector en la cuenca Mediterránea. D. citri es el insecto transmisor de la variante más agresiva de la bacteria ( Candidatus Liberibacter asiaticus o CLas). A pesar de que la bacteria no está presente en Israel ni en ningún otro país del Mediterráneo, ya se ha detectado CLas en países cercanos a Israel, como Arabia Saudí o Irán. Eso quiere decir que en caso de que CLas siga expandiéndose y alcance Israel podría producirse un grave riesgo de propagación de la enfermedad por el Mediterráneo, ya que está presente su principal vector, D. citri . La situación, tras demostrarse la llegada D. citri a la cuenca Mediterránea es de máxima gravedad porque, de llegar a la Península, nuestro país sufriría la presencia de los dos vectores del HLB (la psila asiática ahora detectada en Israel y la africana, T. erytreae). Esta última ya se extiende desde 2014 por el norte de Portugal hasta el Algarve y también está presente por toda la cornisa Cantábrica, desde Galicia hasta el País Vasco. Trioza erytreae es el vector de la variante africana de la bacteria, CLaf, que es mucho menos agresiva pero aún se desconoce si también puede transmitir CLas. El problema con D. citri es que se adaptaría mucho mejor que T. erytreae a las condiciones climáticas de las principales regiones citrícolas españolas. En el caso de T. erytreae sabemos que no se desarrolla bien a temperaturas elevadas y humedades relativas bajas y por tanto su área de distribución es más limitada. Todas las previsiones indican que D. citri se adaptaría mucho mejor a temperaturas altas y humedades más bajas propias del clima Mediterráneo. Con todo ello, se considera que sería sólo cuestión de tiempo que la bacteria pudiera llegar a la Península Ibérica y propagarse sin remedio afectando de forma drástica a toda nuestra citricultura. Es por ello que deberían extremarse las medidas de detección no solo de la bacteria sino también de sus insectos vectores. En este sentido, es muy importante fortalecer las medidas de inspección en frontera de material vegetal así como adoptar otras medidas para dificultar la entrada de material vegetal en puertos y aeropuertos. Se podrían adoptar medidas como existen en otros países donde se prohíba la entrada de material vegetal por medio de pasajeros que entraran en nuestro territorio. Enmuchos países, como Estados Unidos o Australia, los viajeros deben rellenar un formulario y declarar si llevan semillas o material vegetal en el equipaje; en España (y la UE), no es obligatorio hacerlo. Por otro lado, las medidas de prevención también deben ir encaminadas a informar a agricultores y organizaciones agrarias de la existencia de estos dos vectores ( T. erytreae y D. citri ) por medio de hojas divulgadoras, conferencias y cursos de formación. Una detección temprana del vector podría evitar su establecimiento en nuestro país y permitirá su erradicación a tiempo. También habría que reforzar y dotar con mayor financiación a los Servicios de Sanidad Vegetal para que puedan incrementar sus esfuerzos para la detección en frontera de estas plagas emergentes que se introducen cada vez con más frecuencia en la Península. En caso de que se introduzcan y se establezcan estos vectores, su erradicación es muy complicada como se ha visto recientemente con el caso de la psila africana T. erytreae, que en pocos años se ha expandido por toda la costa de Portugal y también por el litoral Cantábrico.n "Habría que reforzar y dotar con mayor financiación a los Servicios de Sanidad Vegetal para que puedan incrementar sus esfuerzos para la detección en frontera de estas plagas emergentes que se introducen cada vez con más frecuencia en la Península"
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