HC356 - horticultura

DOSIER ALMENDRO Y PISTACHO 33 a unos ensayos realizados en 2016 y 2017, en dos fincas experimentales del IRTA situadas en Gandesa (Tarragona) y les Borges Blanques (Lleida), se confirmó que los cuerpos fructíferos van desarrollándose y madurando a lo largo de la temporada (de enero a agosto), observándose una transición progresiva de las fases inmaduras (P, A y B) hacia las fases de madurez (C, D y E) (véase la Figura 3 para un mayor detalle). En 2016, raramente se observaron peri- tecios en fase de plena madurez (clase D) en Gandesa, mientras que esto sí ocurrió en les Borges Blanques. En 2017, sin embargo, la presencia de peri- tecios maduros fue ya predominante en Gandesa a partir de la semana 18 (inicio de mayo), aunque se observó que en les Borges Blanques fuemucho antes, a partir de la semana 8 (finales de febrero). Con estos resultados, pode- mos afirmar que la maduración de los cuerpos fructíferos se ve influenciado tanto por el origen geográfico de las muestras como por las condiciones ambientales específicas de cada temporada. Estimación de los períodos de infectividad y latencia Para determinar cuándo y cómo tienen lugar las infecciones en el campo, se estableció un experimento en la finca del IRTA de les Borges Blanques entre 2015 y 2017. Se prepararon grupos de 10 plantas de almendro ‘Tarraco’ –muy sensible a la mancha ocre– de un año y crecidas en invernadero (por lo tanto, sin contacto previo con la enferme- dad). Entre febrero y agosto, estas plantas trampa se llevaron a planta- ciones de almendro con histórico de mancha ocre y estuvieron expuestas al inóculo del patógeno durante dos semanas. Tras ello, el grupo de plantas trampa expuesto se substituía por uno nuevo. Las plantas trampa se lleva- ban de nuevo al invernadero, para ser observadas semanalmente hasta la posible aparición de síntomas de la enfermedad. De este modo, fuimos capaces de determinar la fecha en la que se producen las infecciones (infectividad) durante la campaña, y el tiempo necesario entre la infección y la aparición de los síntomas (período de latencia o incubación). Con relación a la infectividad, los resultados del ensayo nos indican que la mayor parte de las infecciones de la temporada se producen entre las semanas 12 y 18; es decir, entre mediados de marzo y principios de mayo (Figura 4). En todos los años, las infecciones disminuyeron drásti- camente en junio (semana 22) y, con posterioridad a esta fecha, tan sólo se detectaron algunas infecciones esporádicas, con muy baja incidencia. En cuanto al período de latencia, los resultados muestran que éste puede variar a lo largo del año, con tendencia a disminuir a medida que la temporada avanza (Figura 5). Por término medio, la latencia tiene una Figura 4. Incidencia de la mancha ocre (porcentaje de hojas afectadas) en plantas de la variedad ‘Tarraco’ expuestas a infecciones naturales en les Borges Blanques (Lleida), en 3 años consecutivos (2015 – 2017). Figura modificada de Zúñiga y cols. (2020). Figura 5. Período de latencia (en semanas) de las infecciones de mancha ocre en plantas de la variedad ‘Tarraco’ expuestas a infecciones naturales en les Borges Blanques (Lleida), en 3 años consecutivos (2015 – 2017). Figura modificada de Zúñiga y cols. (2020).

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