HC354 - horticultura

TOMATE 49 (Gennadius) (Hemiptera: Aleyrodidae) y el microlepidóptero, Tuta absoluta (Meyrick) (Lepidoptera: Gelechiidae) (Arnó et al. 2010; van Lenteren et al. 2021). El éxito en Europa ha sido tal que otras áreas importantes produc- toras de tomate como son las del continente americano estén tratando de seleccionar míridos depredadores nativos con los que establecer progra- mas de control biológico (Pérez-Hedo et al. 2021). En los últimos años se ha demostrado que los míridos pueden activar las defensas de las plantas de tomate, lo cual les convierte aún más si cabe en valiosos agentes de control biológico al poseer esta doble faceta, ser eficaces depredadores de un amplio rango de presas y poder activar defensas en las plantas (Pérez- Hedo et al. 2021a). Las plantas se comunican entre sí para advertirse de agresiones externas como puede ser el ataque de plagas y enfermedades (Martinez-Medina et al. 2016). En el caso de ataques de fitófagos, esta comunicación se pro- duce gracias a la acción de volátiles vegetales inducidos por herbívoros (HIPV). La producción de estos volátiles se induce inmediatamente cuando una planta es atacada por un fitófago y posteriormente son emitidos por la planta. Las plantas que captan estos volátiles los reciben como mensajes de advertencia y por ello activan su sistema de defensa que les permite entrar en un estado de alerta desti- nado a minimizar el daño potencial que se les avecina (Frost et al. 2008). Las plantas que reciben estas señales de advertencia por volátiles desenca- denan una amplia gama de respuestas defensivas, como la producción de proteinasas inhibidoras (IP), la emisión de compuestos volátiles, la producción de alcaloides, la formación de tricomas y la secreción de néctar floral extra (Martinez-Medina et al. 2016). Siguiendo este mismo patrón, el comportamiento fitófago que exhi- ben los míridos es lo que activa varias vías metabólicas relacionadas con las respuestas de defensa de las plantas, como son las rutas del ácido salicílico y jasmónico, las cuales des- encadenan la liberación de HIPVs (ver más referencias en: Pérez-Hedo et al. 2021a). Algunos de estos volátiles son los responsables de la repelencia de herbívoros y la atracción de enemi- gos naturales (Pérez-Hedo et al. 2018). Además, también se ha estudiado y confirmado como las plantas previa- mente expuestas a los míridos pueden inducir defensas en plantas intactas (sin exposición previa con los míridos) por comunicación a través de volátiles (Pérez-Hedo et al. 2015) (Figura 1). EXPOSICIÓN A HIPVS COMO INDUCTORES DE DEFENSA En un trabajo anterior, se determinó que el comportamiento fitófago de M. pygmaeus y N. tenuis , desenca- denaba la emisión de siete HIPVs en plantas de tomate: 1-hexanol, (Z) -3-hexenol, (Z) -3- hexenilo acetato, (Z) -3-hexenilo propanoato, (Z) -3-hexe-

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx