HC354 - horticultura

TOMATE 48 Por primera vez se muestra que la exposición de una planta a HIPVs inductores de defensa se puede utilizar como una herramienta ambiental y económicamente sostenible para la protección del tomate INDUCCIÓN DE DEFENSAS EN TOMATE: UNA NUEVA HERRAMIENTA SOSTENIBLE DE GESTIÓN DE PLAGAS Y ENFERMEDADES Para minimizar el ataque de fitófagos plaga, las plantas poseen distintos tipos de mecanismos de defensa. Estas defensas pueden estar siempre presentes en la planta ( constitutivas ) o pueden activarse únicamente cuando una planta es atacada por un fitófago ( inducibles ). En trabajos previos hemos demostrado que varias especies de depredadores zoofitófagos utilizados en estrategias de control biológico de plagas también son capaces de inducir defensas en tomate, que incluyen la liberación de volátiles conocidos como HIPV’s (volátiles vegetales inducidos por herbivoría, del inglés Herbivore Induced Plant Volatitles ). Las plantas utilizan algunos de estos volátiles para comunicarse entre ellas. De hecho, determinados volátiles que emite una planta cuando es atacada por un fitófago, pueden ser reconocidos por una planta sana vecina como una señal de alerta. La detección de estos volátiles de alerta en plantas sanas puede desencadenar la inducción de mecanismos de defensa en previsión del inminente ataque. En el IVIA hemos seleccionado algunos de los volátiles que las plantas reconocen como señal de alerta y a partir de ellos hemos desarrollado un novedoso sistema de gestión de plagas y enfermedades basado en la comunicación entre plantas. En este trabajo, resumimos algunos de los últimos avances en este campo para el cultivo del tomate. Meritxell Pérez-Hedo, Miquel Alonso-Valiente y Alberto Urbaneja Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), Centro de Protección Vegetal y Biotecnología. Moncada, Valencia INTRODUCCIÓN Las organizaciones públicas y privadas, la comunidad científica y la sociedad en general llevan mucho tiempo exi- giendo prácticas agrícolas sostenibles que garanticen la seguridad alimen- taria de una población mundial en crecimiento que no comprometa la biodiversidad y el medio ambiente. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de los programas de gestión de plagas aún dependen del uso de plaguicidas de origen sintético (van Lenteren et al. 2018; Calvo-Agudo et al. 2020). Durante los últimos 20 años, la gestión de plagas del tomate en Europa ha experimentado un cambio radical (Pérez-Hedo et al. 2017; Arnó et al. 2018; van Lenteren et al. 2020). La gestión de plagas ha cambiado de una práctica dominada por el uso de insecticidas a una gestión integrada de plagas basada en el uso de agentes de control biológico. El uso de míridos depredadores, principalmente las dos especies Nesidiocoris tenuis Reuter y Macrolophus pygmaeus Rambur (Hemiptera: Miridae), como agentes de control biológico se ha generalizado. Los míridos son depredadores gene- ralistas que puede alimentarse de una amplia gama de presas; incluyendo las plagas clave del tomate como son la mosca blanca, Bemisia tabaci

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