HC354 - horticultura

DOSSIER: FRUTA DE HUESO 36 estuviera correctamente desinfectada con un nivel de cloro activo suficiente no presentó contaminación por este hongo. Del mismo modo, y como también habían ya descrito otros autores 1,10 , no se encontraron espo- ras en el ambiente de las cámaras de conservación ni de expedición, sugiriendo que los conidios no se transmiten por el aire. Cabe decir que, tanto en las superficies de las líneas de confección como en los palots de campo, también se detectó crecimiento de levaduras con una morfología muy similar a las que se aislaron de frutos con podredumbre ácida y se identificaron como Pichia spp. Sin embargo, en este caso no se comprobó a nivel molecular. Rhizopus spp. fue altamente detec- tado en todas las zonas evaluadas y también ambientes, indicando el riesgo de infecciones en postcosecha causado por este patógeno 11 . CONDICIONES ÓPTIMAS DE DESARROLLO A diferencia de Monilinia spp., G. candidum y Rhizopus spp. tienen su óptimo de crecimiento a 30 °C. A su vez, cabe indicar que mientras G. candidum requiere actividad de agua (aw) del 0.99, Rhizopus spp. crecería mejor a humedades relativas del 80 %. Es interesante destacar la exigencia de G. candidum en relación con la actividad de agua (0,99 aw), que apoya la hipótesis de que, en los últimos años, y especialmente en aquellos veranos con olas de calor y episodios de lluvias y/o pedrisco, la incidencia de podredumbre ácida, haya visto aumentada su incidencia de forma alarmante. Esta exigencia en cuanto a la activi- dad de agua nos ayudará a dirigir la investigación hacia prácticas culturales que favorezcan la ventilación de las zonas interiores del árbol (podas de verano, por ejemplo) o en la evaluación de tratamientos con productos con cierta capacidad secante que puedan modificar las condiciones de hume- dad que este patógeno necesita para germinar y crecer. Al quedar patente en los ensayos previos que otros microorganismos diferentes de G. candidum también estaban involucrados en el desarrollo de la podredumbre ácida, se realizaron los estudios de ecofisiología con una de las levaduras identificadas, Pichia kluyveri . En este caso, su velocidad de crecimiento fue mucho menor a la observada con G. candidum , y mos- tró un crecimiento muy similar en el rango de temperatura entre 20 y 35 °C y en el rango de aw de entre 0,95 y 0,99. Este resultado indica que este patógeno podría llegar a ser especial- mente importante en infecciones que se pudieran dar en la central, donde Foto 2. Frutos inoculados con Rhizopus spp. y conservados a 30, 20, 4 y 0 °C de izquierda a derecha, durante 2, 3 y 24 días de arriba a abajo.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx