HC354 - horticultura

DOSSIER: FRUTA DE HUESO 35 candidum ) que fueron identificadas a nivel molecular como Pichia kluyveri y P. kudriavzevii . Otros autores tam- bién habían identificado previamente diferentes microorganismos como res- ponsables de la podredumbre ácida en fruta de hueso, como Issatchenkia scutulata y Kloeckera apiculata . Estos resultados implican un nuevo reto, distinto al planteado inicialmente, ya que será necesario ampliar los estu- dios de epidemiología y ecofisiología a todos los microorganismos implicados en la podredumbre ácida en nuestra zona para poder diseñar con éxito las estrategias de control. Para el caso de Rhizopus spp., tam- bién se determinó presencia del patógeno en los 6 campos evalua- dos, en todos los muestreos; tierra, hojas y frutos. Se detectó incidencia de enfermedad en los frutos sanos muestreados del suelo de todos los campos, después de 7 días a 20 °C, y osciló entre el 20 y el 60 %. Para el caso de los frutos sanos muestreados de los árboles, solo se determinó pre- sencia de enfermedad en dos campos ‘Extreme Red’ y ‘Nectadiva’ con inci- dencias de frutos afectados del 30 y 4 %, respectivamente. INÓCULO EN POSTCOSECHA, ¿DÓNDE? Que se haya encontrado inóculo de Geotrichum spp. y Rhizopus spp. en la superficie de los frutos, en hojas y en la tierra de las fincas implica que, con mucha probabilidad, estos van a llegar a la central frutícola y contaminarán los envases, el agua del volcador de palots, el agua del hydrocooler, etc. Además, aunque no es habitual encontrar frutos ya afectados por estos patógenos en la recepción de las partidas, sí que en determinados casos en los que exista un retraso en la puesta en frío podrán aparecer frutos afectados que, además, contaminarán las distintas superficies de la línea de confección. Para el caso de Geotrichum spp., esta contaminación ya se evidenció en los resultados publicados por Yaghmour y col. (2012) 1 . En relación con Rhizopus spp., se conoce que a 25 °C, la tasa de progreso de la severidad oscila entre 0,30 y 0,49 días -1 6 . Estos estudios con- firman la necesidad de enfriar la fruta lo más rápido posible, y monitorizar y conocer en qué zonas de la central sobrevive el inóculo de G. candidum y Rhizopus spp., con el fin de imple- mentar los protocolos de limpieza y desinfección más adecuados para minimizar esta fuente de inóculo. La presencia de inóculo en las cen- trales hortofrutícolas se estudió en 2 empresas de la zona de Lleida en diferentes puntos de la central: en el agua (volcado de palots y hydrocooler), en el ambiente (de las cámaras de conservación y de expedición), en las superficies de las líneas de confección (tapices de la zona sucia y de la zona limpia en las mesas de encajado final) y en los palots conteniendo fruta en el momento de su volcado a la línea de confección. Los resultados indicaron que los principales puntos donde se detecta población de G. candidum fueron las superficies de las líneas de confección y, en menor grado, en los palots. El agua de las balsas de vaciado de palots o del hydrocooler, siempre y cuando

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