HC352 - horticultura

FRUTICULTURA 19 nal (Foto 1), representa un 70 % de la producción regional. En esta zona el cultivo del cerezo es la principal actividad económica, con una larga tradición y arraigo. Sin embargo, ha sido tradicionalmente de secano, aun- que la distribución heterogénea de la lluvia a lo largo del año ha actuado como limitante de la producción. El 81% de las plantaciones de cerezos de Extremadura están declaradas de secano, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (2020). Este alto porcentaje hace ascender la superficie nacional del cultivo de cerezo en secano al 53 % (MAPA, 2020), a diferencia de otras especies frutales que se encuentran casi en su totalidad en regadío. En climas semiáridos, el cerezo es uno de Sin embargo, los patrones climáticos están cambiando en los últimos años con eventos cada vez más extremos (Naciones Unidas, 2015). Se prevé que las zonas de montaña serán las que sufrirán más cambios en su régimen de precipitaciones. La disponibilidad limitada de los recursos hídricos, con sequías cada vez más frecuentes e intensas; una mayor incidencia de días calurosos y el aumento de la evapo- transpiración de los cultivos (FAO, 2012), sugieren que zonas como el Valle del Jerte serán más vulnerables desde un punto de vista económico a los efectos del cambio climático que las explota- ciones agrarias de mayor tamaño que cuentan con otras fuentes de agua (Steduto et al, 2012). Estos efectos producen, en numerosas ocasiones, los pocos frutales de hueso cultivados tradicionalmente en explotaciones comerciales de secano. Los datos publicados indican que Extremadura ha pasado de registrar 600 ha del cultivo de cerezo en regadío en el año 2013 a 1.176 ha en la actualidad (MAPA, 2020). En el Valle del Jerte se establece entre cotas que oscilan entre 450m, ymás de 1.000 m de altitud en diferente orien- tación (solana y umbría). Las fuertes pendientes del terreno han obligado a la construcción de bancales y terra- zas (Foto 2), lo que, unido al pequeño tamaño de las parcelas, dificultan la mecanización y muchas operacio- nes de cultivo, elevando los costes de producción. Foto 1. Vista panorámica del Valle del Jerte con cerezos en flor.

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