RIEGO (de 17.083 hm3 a 14.948 hm3). Con una reducción del consumo de agua por hectárea del 20% para el periodo 2002 – 2016 (Figura 4). Además de estos aspectos fácilmente cuantificables, la imple- mentación de las TIC e IoT produce efectos sociales notables. Por ejemplo, en la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena los agricultores se beneficiaron de una asignación más eficiente y equitativa de los recursos hídricos, se evitaron conflictos mediante el establecimiento de la trazabilidad del agua y se mejoró en la transparencia de la gestión con la puesta a disposición de nuevos servicios web y móviles, prestados las 24 horas del día, los 7 días de la semana (Soto-García et al. 2013). En resumen, estas tecnologías (TIC e IoT) aplicadas en las CCRR conllevan las siguientes ventajas: (i) una reducción del consumo de agua; (ii) una mejora en la eficiencia de distribución; (iii) un reparto equitativo del agua; (iv) una trazabilidad de cada metro cúbico de agua distribuido; (v) una gestión transparente; (vi) una reducción del consumo y coste energético; (vii) una mejora en los servicios ofrecidos a los comuneros y regantes, proporcionándoles una mejor calidad de vida, entre otros aspectos. Implementación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación e Internet de las cosas en parcela A nivel de parcela, las TIC e IoT se asientan sobre dos ejes princi- pales. En primer lugar, los servicios de asesoramiento al regante ofrecidos por las diferentes administraciones que permiten al regante obtener información y soporte en la toma de decisiones. Entre los más representativos a nivel nacional se encuentra el Sistema de Información Agroclimática para el Regadío (SiAR; http://eportal.mapa.gob.es/websiar/Inicio.aspx). Este sistema permite la consulta y descarga de datos meteorológicos y la esti- mación de las necesidades netas de los cultivos, teniendo en cuenta únicamente las condiciones climáticas y el cultivo. A nivel regional existen también iniciativas que permiten incrementar de forma notable la eficiencia de aplicación del agua a escala de parcela. Una de ellas es la que ofrece el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) de la Región de Murcia (http://siam.imida.es/apex/f?p=101:1:6305762012688573) que asesora al regante con información sobre agrometeorología, fertirrigación, plagas y enfermedades y análisis económico de explotaciones. También se ha realizado un gran esfuerzo a nivel parcela. Existen diferentes técnicas que se pueden aplicar para reducir el con- sumo de agua y fertilizantes (Figura 5), y que son viables gracias al empleo de las TIC e IoT; principalmente mediante el telecontrol y la monitorización con sensores (datos climáticos, humedad del suelo, fertilización, consumos de agua, fertilizante y energía, imágenes...), el procesamiento de datos (modelización, simulación y predicción) y el análisis de la información: • El riego deficitario controlado, que consiste en reducir el riego por debajo de sus necesidades hídricas en los periodos en los que el déficit de agua no afecta a la producción ni a la calidad de la cosecha. • El riego de precisión, que consiste en realizar una programación óptima del riego, estableciendo el momento, la frecuencia y el tiempo de riego para dar a la planta el agua que necesita en el momento adecuado. Esto permite la utilización más eficiente de los recursos agua, fertilizante y energía. • La desecación parcial del sistema radicular, que es una técnica de déficit de riego. Consiste en crear dos zonas de distinta aplicación de riego en la raíz, una de ellas debe tener déficit hídrico y mientras la otra se mantiene irrigada, de forma que las raíces que se sumergen en el suelo seco sintetizan señales químicas por el estrés que supone la falta de agua en el lado que permanece seco. La planta desencadena una respuesta como si estuviera en un estrés hídrico aunque mantiene un correcto nivel de humedad, reduciendo la apertura de los esto- mas y disminuyendo con ello la transpiración y así reduciendo de este modo el consumo de agua. 43 Figura 4. Evolución del consumo de agua por superficie. Elaboración propia a partir de datos Instituto Nacional de Estadística (INE) y de Encuesta de Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE)