DOSSIER: CÍTRICOS P. rufipes, es un depredador eficaz de pupas de mosca mediterrá- nea de la fruta. Por lo tanto, este tipo de cubiertas podría favorecer el control biológico de C. capitata. Sin embargo, contra mas espe- cies vegetales contenga una cubierta más complejo resultará la gestión de los servicios ecosistémicos que pueda ofrecer. Cuando se utilizan cubiertas sembradas con un elevado número de espe- cies, muchas veces la relaciones de dominancia entre las especies derivan en que unas tiendan a desaparecen rápidamente y otras a dominar la cubierta. Además, las relaciones fitosociológicas entre las especies de la cubierta pueden variar dependiendo del medio en el que se desarrollan por lo que la composición y abundancia relativa de las especies de una cubierta procedente de una misma mezcla podría variar mucho entre parcelas. Por esta razón, sería recomendable desarrollar estrategias que permitan gestionar mejor esta diversidad. La utilización de especies diferentes en calles alternas podría ser una alternativa.• 23 Figura 3. Cubierta sembrada con la especie mediterránea Brachypodium distachyon (Poaceae). rales que conlleve una reducción importante de sus poblaciones, ya sea porque se ven obligados a emigrar o simplemente porque se incrementa su mortalidad. Una vez estos periodos han sido iden- tificados, se pueden seleccionar especies para la cubierta vegetal que en esos momentos críticos ofrezcan ese recurso limitante. Desde el punto de vista ambiental, por ejemplo, una cubierta vege- tal densa en la calle durante el verano podría facilitar refugio en los días más extremos que combinan temperaturas muy elevadas con humedades relativas muy bajas. Desde el punto de vista de la nutri- ción de los enemigos naturales, el periodo que va desde el inicio del otoño hasta el final del invierno parece resultar especialmente crítico. Estudios sobre el estado nutricional de Aphytis melinus DeBach, parasitoide del piojo rojo de California, demostraron que durante ese periodo del año, los adultos sufren una carencia importante de hidratos de carbono (azúcares) (Tena et al. 2016). Por otro lado, tanto los macro como los micro-coccinélidos asocia- dos a pulgones en cítricos presentan sus mínimos poblacionales a la salida del invierno (Bouvet el al. 2019b). Aunque no se ha estu- diado específicamente las causas de ello, la ausencia de su fuente de alimento principal, los pulgones, desde inicios del otoño y la escasez de fuentes alternativas de proteínas y azúcares durante el invierno probablemente expliquen en parte este mínimo. Especies vegetales que ofrezcan néctar y/o polen durante el otoño y el invierno podrían ser buenas candidatas para una cubierta vegetal. En este sentido, en la familia de las brasicáceas o crucíferas exis- ten numerosas especies que bajo nuestro clima, florecen durante esa época del año. Por otro lado, especies de gramíneas como la F. arundinacea mejor adaptadas al frío que los cítricos, inician su actividad vegetativa semanas antes que éstos y sobre sus brotes tiernos se pueden desarrollar colonias de pulgones que servirán de alimento a coccinélidos y otros depredadores que posteriormente nos ayudaran a controlar las infestaciones de pulgones en los cítri- cos (Gómez-Marco et al. 2016). Diversidad de especies en una cubierta vegetal A priori, un mayor número de especies en la composición de cubiertas vegetales nos haría pensar en mayores beneficios eco- sistémicos. El máximo exponente en diversidad florística entre las cubiertas vegetales probablemente sean las cubiertas de tipo espontánea, aquellas generadas de manera natural desde el pro- pio banco de semillas del suelo de la parcela. Se sabe por ejemplo que cubiertas espontáneas con elevada diversidad de especies vegetales incrementan notablemente las poblaciones de carábidos (Monzo 2010). Estos coleópteros son depredadores omnívoros que incorporan en su dieta una variedad importante de semillas (Honek et al. 2003). El carábido más abundante en nuestros cítricos, Conclusión El uso de cubiertas vegetales en la calle del cultivo de cítricos es una estrategia que permite mejorar el control biológico por conservación de diferentes plagas clave. A pesar de que en los últimos 20 años diferentes estudios demuestran la eficacia de esta estrategia, es necesario desarrollar más investigación para entender las posibles relaciones beneficiosas entre especies vegetales y enemigos naturales clave de manera que en un futuro se puedan diseñar cubiertas vegetales adaptadas a la problemática específica de cada parcela. En este sentido desde el IVIA, en cooperación con varios colaboradores, tanto desde el sector público como privado, se ha iniciado recientemente una línea de investigación sustentada con un proyecto IVIA, enfocada a dar respuesta a todos estos interrogantes anteriormente descritos que plantea el uso e implementación de cubiertas vegetales. Esperamos en los próximos años poder ser partícipes de un mayor uso de cubiertas vegetales 'a la carta' en la citricultura española. Para consultar los datos bibliográficos del artículo, visite: www.interempresas.net/A302610