DOSSIER: CÍTRICOS Figura 1. Cubierta vegetal sembrada con la especie Festuca arundinacea (Poaceae). 22 más importante del acaro rojo de los cítricos Panonyhcus citri Mc Gregor. Por esta razón, a la hora de decidir qué especies vegeta- les utilizar en una cubierta es importante reconocer previamente cuáles son las plagas más incidentes en la parcela. La localización geográfica pero sobre todo las especies y variedades cultivadas serán los factores más determinantes en esto. Los clementinos por ejemplo presentan más incidencia de ataques de araña y de pulgón mientras que los daños de trips suelen observarse con mayor fre- cuencia en el grupo de las naranjas. Una cubierta de F. arundinacea que beneficia el control de araña y pulgón es por lo tanto especial- mente recomendable en clementinos. Contextualización de las condiciones ambientales y edafológicas de la parcela El conocimiento del medio sobre el que se desarrolla el cultivo es otro de los aspectos claves para poder implantar con éxito una cubierta. La gran diversidad de matices dentro de nuestro clima mediterráneo así como en tipos de suelo hace desaconsejable realizar recomendaciones generales en cuanto al tipo de cubierta vegetal a utilizar. La precipitación anual y el grado de acidez de los suelos son dos facto- res determinantes a la hora de seleccionar las especies vegetales. Según el tipo de suelo, a grandes rasgos podríamos diferenciar entre la citricultura desarrollada sobre suelos con cierto carácter ácido, localizándose ésta mayoritariamente en la provincia de Huelva, y aquella desarrollada sobre suelos calizos de pH básico, la característica del levante o el valle del Guadalquivir. Respecto a las pre- cipitaciones, podríamos diferenciar la región árida de Murcia y Alicante con valores anuales generalmente inferiores a los 400 mm y el resto de regiones citrí- colas tanto del Mediterráneo como del Atlántico peninsular que supera ese valor. Especies ampliamente utilizadas como la F. arun- dinacea, de relativa fácil implantación en cítricos de las provincias de Tarragona, Castellón y Valencia, parecen ser desaconsejables para la citricultura de la vega del Segura. Selección de especies vegetales Una vez ya hemos identificado la problemática sanitaria asociada a nuestra parcela y conocemos también las condiciones edafo- climáticas que limitan las posibles especies vegetales a utilizar, los criterios de selección de especies de una cubierta serían los siguientes: 1. Que tengan continuidad en la parcela. Es importante evitar o reducir al máximo las resiembras. Por ello son recomendables especies tipo geófitos o hemicriptófitos, plantas perennes con yemas de crecimiento por debajo o a nivel del suelo en época des- favorable, como por ejemplo las gramíneas, o terófitos, plantas anuales o bianuales, pero con una elevada capacidad de autosiem- bra, como por ejemplo la crucífera Diplotaxis erucoides (L.) DC (Figura 2). 2. Que se adapten bien a las labores del cultivo. En este sentido, es recomendable seleccionar especies que toleren las siegas y que no alcancen un porte que pueda dificultar las labores que se realicen en la calle. En el caso de utilizar especies de autosiembra, a la hora de realizar las siegas deberá tenerse en cuenta que estas especies hayan ya madurado la semilla. 3. Que exista disponibilidad comercial de la semilla. Dentro de nuestra flora mediterránea existe una gran diversidad de especies vegetales candidatas a ser utilizadas para cubiertas en cítricos. Una de las principales ventajas de la flora autóctona es que está perfectamente adaptada al medio donde cultivamos los cítricos. Sin embargo, a día de hoy, resulta prohibitivo conseguir y propagar semilla de muchas de estas especies como para poder ser utilizadas de forma generalizada en cubiertas de cultivo. Existen numero- sas empresas de semilla que ya trabajan con un catálogo diverso de nuestra flora autóctona (Figura 3). A pesar de ello, aún sigue siendo recomendable seleccionar especies vegetales con cierto grado de domesticación, ya sea para uso ornamental, forrajero o paisajístico, con las que ya se lleva tiempo trabajando y han podido desarrollarse protocolos para su propagación comercial. 4. Que ofrezcan recursos ecosistémicos de interés para la gestión de las plagas identificadas. Una parte de la investigación en el con- trol biológico de conservación busca identificar en qué periodos del año escasea algún recurso importante para los enemigos natu- Figura 2. Cubierta vegetal con elevada presencia de Diplotaxis eurucoides (Brassicaceae), especie con elevada capacidad de autosiembra.