PROTECCIÓN DE LAS MANOS 65 Uno de los principales problemas de control de calidad a los que se enfrentan los fabricantes de equipos originales (OEM) del sector automotriz es la prevalencia de lo que se conoce como “sustancias que alteran la humectación de la pintura” o PWIS. Estas sustancias son importantes porque pueden causar costosos defectos en la carrocería de los vehículos cuando se produce una contaminación cruzada en la línea de producción. Las fuentes de PWIS en las plantas de montaje son muy variadas. Pueden incluir sustancias como los lubricantes utilizados para las piezas móviles de los equipos hasta culpables menos obvios como los materiales que se encuentran en las tazas de café instantáneo que se dispensan en las máquinas de los comedores. Por desgracia, los guantes de protección que contienen silicona (o que han estado en contacto con otros PWIS) también se incluyen en esta lista. Sin darse cuenta, un trabajador que se ponga guantes durante el proceso de aplicación de pintura puede impedir que la pintura se adhiera bien a la carrocería de un coche, perjudicando la calidad de la pintura y dejando marcas visibles como cráteres. La industria del automóvil es consciente de los riesgos que suponen los PWIS desde hace muchos años. En 2018, la Asociación Alemana de Ingeniería Mecánica (Verband Deutscher Maschinen- und Anlagenbauer o VDMA para abreviar) desarrolló la primera prueba aprobada por la industria para mejorar la gestión de los PWIS (conocida como Lackbenetzungsstörende Substanzen o LABS en alemán). La prueba VDMA 24364 es eficaz para prevenir el riesgo de contaminación cruzada de los PWIS porque aplica estrictas medidas de control por zonas para reflejar los distintos niveles de riesgo de una planta. Sin darse cuenta, un trabajador que se ponga guantes durante el proceso de aplicación de pintura puede impedir que la pintura se adhiera bien a la carrocería de un coche
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