G270 - Industria Gráfica y Comunicación Visual

26 TENDENCIAS moderadas. Se prevé que el crecimiento en China repuntará hasta el 5,3% este año, para después desacelerarse al 4,9% en 2024. El crecimiento de la India se situará en torno al 6% en el ejercicio 2023-24, en un contexto de endurecimiento de las condiciones financieras. En el ejercicio 2024-25 remontará hasta alrededor del 7 %. En cuanto a Indonesia, crecerá entre un 4,7% y un 5% anual en 2023 y 2024. En cambio, el crecimiento en muchas otras economías emergentes, como Brasil y Sudáfrica, será lento en los próximos dos años, con medias en torno al 1% anual. El crecimiento económico de Turquía se ha visto lastrado por los últimos terremotos, pero se recuperará con la ayuda del gasto en reconstrucción. Las previsiones de crecimiento del 2,8% parar 2023 y del 3,8% en 2024. Los resultados de Rusia caerán este año y el próximo, a medida que las sanciones económicas y financieras se vayan notando en los pasivos y en los ingresos procedentes del exterior. FUTURO INCIERTO PARA LAS ECONOMÍAS EN DESARROLLO La leve mejora de las grandes economías no se refleja en las perspectivas de muchos países en desarrollo. Muchos de ellos tienen déficits elevados y dificultades cada vez mayores para atender el servicio de la deuda externa, en un contexto de alza de los tipos de interés mundiales. Es el caso, especialmente, de las economías importadoras de materias primas y de aquellas en las que existe una descompensación entre la composición monetaria de los pasivos y los ingresos procedentes del exterior. En un gran número de países en desarrollo, la relajación cuantitativa y el exceso de liquidez mundial en la década anterior a la pandemia propiciaron fuertes aumentos de la deuda externa. En África, América Latina y el Caribe se prevé que el PIB medio per cápita solo crecerá marginalmente, abundando en una tendencia a largo plazo de crecimiento estancado. A lo largo de este año y el próximo, se espera un crecimiento muy por debajo de la media del 3,1% que se registró durante las dos décadas anteriores a la pandemia. El bajo crecimiento de la inversión, el peso de una deuda externa elevada y las vulnerabilidades que conlleva, junto con unos riesgos geopolíticos y climáticos impredecibles, abocan a estas regiones a un periodo prolongado con escasas perspectivas de crecimiento. El giro de timón hacia un endurecimiento cuantitativo, combinado con el alza de los tipos de interés, está presionando a la baja los tipos de cambio en muchos países en desarrollo, sobre todo en los que presentan riesgos de salidas de capital. Esto, a su vez afecta negativamente a la balanza de pagos y agudiza los riesgos de sostenibilidad de la deuda. El bajo crecimiento económico y las crecientes restricciones financieras limitarán aún más la capacidad de los gobiernos para invertir en educación, sanidad, infraestructuras sostenibles y transición energética, que deberían acelerar el avance hacia el desarrollo sostenible. Las economías de renta baja se encuentran en riesgo de verse agobiadas por la deuda. Los análisis de sostenibilidad de la deuda del Fondo Monetario Internacional para los países de renta baja apuntan a que más de la mitad de las 69 economías evaluadas ya tenían dificultades con la deuda o corrían un alto riesgo de sufrirlas en enero de 2023. LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL Es de esperar que la inflación de los precios al consumo se modere, a la vista de la desaceleración del crecimiento económico mundial, la reducción de la inflación de los precios de la energía y los alimentos y el endurecimiento monetario que están aplicando la mayoría de los principales bancos centrales. Según las previsiones, la inflación general disminuirá en 2023 y 2024 en casi todas las economías del G20. Aun así, la inflación anual se mantendrá muy por encima de los objetivos en casi todas ellas durante la mayor parte de 2024. Aunque los países tengan muchos frentes abiertos, es muy importante no pasar por alto otro reto a largo plazo: el de mejorar su resiliencia ante futuras perturbaciones, con el fin de mantener un crecimiento sostenible y consistente. Probablemente, una de las mayores perturbaciones futuras vendrá del cambio climático. El cambio climático supondrá grandes costes económicos y sociales, y todos los países deben planificar los retos que tienen por delante. Tras las turbulencias de los tres últimos años, hay indicios de que la tormenta está amainando y de que ya hemos pasado lo peor. Incluso en estos tiempos sin precedentes, muchas empresas han sabido reorientarse y adaptarse. No solo han sobrevivido, sino que incluso han crecido. Esas empresas son ahora más fuertes, resistentes y eficientes, y están mejor preparadas para seguir creciendo en el futuro. Algunas empresas y sectores del mercado cambiarán para siempre, pero no olvidemos que cambiar constantemente, anticiparse al futuro y gestionar los riesgos son atributos esenciales para cualquier empresa de éxito. La industria de artes gráficas ha experimentado enormes cambios en los últimos veinte años, con la migración a la impresión digital y los servicios a medios digitales. Eso es algo que demuestra su resiliencia y su capacidad para adaptarse a las fluctuaciones en la demanda del mercado en el futuro. n FUENTES • Perspectivas económicas de la OCDE • Global Economic Outlook, Organización de las Naciones Unidas • Secular Outlook - The Aftershock Economy, Pimco • World Economic Outlook, Fondo Monetario Internacional • Economic Outlook 2023, McKinsey & Company.

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