TRIBUNA DE OPINIÓN de mensajería como WhatsApp para comunicarnos, por las claras ventajas que nos ofrecían como usuarios, en lo que a movilidad se refiere sucederá lo mismo. No es una cuestión de qué tipo de transporte prevalecerá por encima de otro, pero sí será una cuestión de cómo de bien estén interconectados todos estos servicios. Ahí se encuentra la clave de esta nueva etapa que estamos viviendo como sociedad. Servicios que nos permitan movernos de una manera cada vez más fácil, eficiente, rápida, intuitiva y, de seguro, cada vez más digital. Quien sea capaz de interconectar todos estos nodos, y lo logre hacer de manera tal que simplifique el día a día, no solo de los empresarios, sino que también de los usuarios finales, será quien dicte el ritmo del mercado. La movilidad necesita soluciones digitales que aporten cierta “inteligencia”, sin entrar en el típico cliché del uso de esa palabra que últimamente está tan demoda y es usada con tanta facilidad. Hablamos de adquisición y procesamientos de datos en tiempo real, de soluciones Cloud Based, de analítica descriptiva de procesos, inteligencia artificial, Industria 4.0 con IoT como su piedra angular, y sobre todo con la optimización de todos y cada uno de los nodos que se encuentran involucrados en una cadena de suministro tan ambiciosa como la que intentamos doblegar. El potencial que representa hacer todo esto tangible, asegurando la cobertura y conectividad total del territorio, integrando todos los medios de transporte, ofreciendo modelos flexibles de tarifas y métodos de pago, hará que la digitalización sea un paso imprescindible y de seguro irrevocable. LA DIGITALIZACIÓN ES EL MEDIO En lo que a la “fórmula” para avanzar hacia la movilidad más limpia se refiere, indefectiblemente será una combinación de diferentes pilares: a) En primer lugar, y en cierta manera uno de los puntos más importantes en toda esta dinámica, será la actualización de flotas con vehículos eléctricos e híbridos. (Reducir al máximo todos los focos de emisiones de CO2). b) Por otro lado, es fundamental la consolidación y promoción del uso de transporte público y/o compartido. (Lograr que las emisiones de CO2 per cápita emitidas sean aún menores, optimizando la cantidad de personas que se transportan por viaje teniendo en cuenta el mix energético utilizado para la generación de dicha energía). c) Y, por encima de los dos puntos previamente mencionados, se podría decir que es más que imprescindible dar especial importancia a la micromovilidad personal. (Donde ya no solo el impacto medioambiental será ampliamentemitigado, sino que es y será una contribución clave para la salud pública en todos sus aspectos). La digitalización es el medio con el que conseguir un resultado así de ambicioso: es la palanca de aceleración y éxito con la que activar una nueva manera de entender la movilidad. Reconducir este cambio modal y hacer que el ciudadano elija la mejor manera de combinar el uso de vehículos privados, transporte público y movilidad personal de manera sostenible sólo es posible si las ventajas y facilidades son obvias y tangibles. En la fase de avance donde nos encontramos hoy en día en nuestra sociedad, debemos hacernos responsables de diseñar y promover estrategias que fomenten el uso de la movilidad como un servicio de primera necesidad, y que realmente se aporte un valor añadido, permitiendo así que esta inclusión de nuevos conceptos sea tan sencilla y orgánica, que sea difícil poder decir cuando se incorporaron al modelo con el que tanto nos hemos acostumbrado a vivir. La Movilidad como Servicio (MaaS, por sus siglas en inglés), es un marketplace que abrirá muchos de los nuevos servicios de movilidad responsable. Imagen: Canva 62
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