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de hidrógeno y la falta de infraestructuras para su transporte hacia el norte del país están limitando su adopción a corto plazo. En España los mensajes de las instituciones públicas y la industria contrastan con las del caso alemán. Aquí se contempla que España se convierta en un productor y exportador neto de hidrógeno. Esto se refleja tanto en la hoja de ruta del hidrógeno como en los argumentos presentados por el gobierno para la construccióndel corredor H2Med interconectando la península ibérica con Francia, según los cuales el hidrógeno transportado se producirá con electrolizadores alimentados con energía solar y eólica, cubriendo no solamente la demanda doméstica sino también exportando hidrógeno verde a los países del norte de Europa. Según un informe publicado por la Catedra de Estudios sobre el Hidrógeno de la Universidad Pontifica Comillas, la capacidad de producción de hidrógeno prevista actualmente sobrepasa los objetivos del gobierno para 2030. Sin embargo, esta capacidad no está siendo acompañada de compromisos de las capacidades de transporte eficiente de hidrógeno podría resultarmás lento que el desarrollo tecnológico que permita producir hidrógeno a precios competitivos en la península ibérica. Esta situación podría derivar hacía una relocalización de la industria en aquellas regiones con mejor disponibilidad de hidrógeno. No obstante, esta trayectoria es poco popular en un país industrializado como Alemania, si bien es cierto que el hidrógeno también ofrece nuevas oportunidades para el desarrollo de la industria alemana, líder en desarrollo de tecnología para toda la cadena de valor del hidrógeno. En el caso de la península ibérica la relocalización de la industria presenta una oportunidad aún mejor que la exportación de hidrógeno. De hecho, algunas señales apuntan en esta dirección, por ejemplo, con los primeros proyectos anunciados para la producción de metanol verde en España. Lograrlo dependerá en gran medida de si somos capaces de fomentar un desarrollo temprano de la demanda de hidrógeno en nuestro país mientras aseguramos la competitividad de la industria nacional.  de consumo equivalentes en el ámbito nacional. Según este informe, un 27% de los proyectos anunciados no especifican los usos finales del hidrógeno mientras que otro 12% contemplan la inyección de hidrógeno a la red de gas natural (“blending”), lo que implica que existe un excedente de producción a nivel local. Por lo tanto, aproximadamente un 40% de los proyectos o bien no especifica cómo se va a consumir el hidrógeno, o no encuentra suficiente demanda para la producción esperada. Estos datos indican una clara brecha entre la demanda prevista y oferta de hidrógeno en España; justo el caso contrario a Alemania. Esto nos hace preguntarnos si nos dirigimos hacia un mercado integrado del hidrógeno en Europa, o a una posible relocalización de la industria europea necesitada de hidrógeno verde. Las dificultades a la que se han enfrentado el gaseoducto MidCat o el refuerzo de las interconexiones eléctricas con Francia, muestran que la conexión de España con los mercados energéticos europeos está sujeta a la voluntad e intereses nacionales del estado francés. Además, el desarrollo TRIBUNA DE OPINIÓN 75

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