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A FONDO 32 PEDRO GONZÁLEZ DIRECTOR GENERAL DE LA ASOCIACIÓN DE EMPRESAS CON GRAN CONSUMO DE ENERGÍA (AEGE) Despedimos 2022 con récord de precios en el mercado eléctrico, y se estrena el 2023 con unas previsiones que no invitan al optimismo. El pasado año a la crisis de suministros en la postpandemia se sumó la invasión rusa de Ucrania, lo que provocó que el precio del gas natural alcanzará niveles nunca antes vistos. Como resultado, la mayor crisis energética del último medio siglo. Una crisis que está teniendo especial impacto en Europa por la dependencia que tenemos de los combustibles fósiles de Rusia. EL AÑO CON EL PRECIO ELÉCTRICO MÁS ALTO: 2022 VERSUS 2023 Como consecuencia de este “annus horribilis” que ha sido el 2022 el precio medio anual del mercadomayorista de electricidad se ha situado en los 167,5 €/MWh, el más alto desde la creación del mercado en 1998 (y al que debemos añadir la compensación al gas como comentaré posteriormente), un 50% superior al de 2021, el segundo más alto en 25 años. La explicación a estos altos precios la encontramos en el incremento en el precio del gas natural, trasladado íntegramente a los mercados eléctricos al ser el ciclo combinado de gas la tecnología que fija generalmente el precio durante el año, impulsando en consecuencia el precio de la electricidad a máximos históricos en toda Europa. Esta crisis energética ha desencadenado la lógica reacción de los Gobiernos. El 2022 ha sido un año de intensa actividad regulatoria, tanto en el ámbito europeo como en el nacional. Las medidas adoptadas se han centrado especialmente en intentar mitigar el impacto de estos altos precios en los consumidores a través de medidas principalmente de carácter fiscal y regulatorio. Por ejemplo, en nuestro país, desde el inicio de la crisis de precios energéticos a finales del 2021 se han aprobado un total de 11 reales decretos-ley con medidas destinadas al sector eléctrico. OBJETIVO: PRECIOS ESTABLES, PREDECIBLES Y ALEJADOS DE LA VOLATILIDAD DE LOS COMBUSTIBLES FÓSILES La Unión Europea aprobó el plan REPowerEU con el objetivo de reducir la dependencia energética del exterior, reduciendo la compra de combustibles fósiles rusos y estableciendo obligaciones de ahorro de energía, tanto de gas como de electricidad. Al mismo tiempo se ha trabajado intensamente para favorecer el despliegue de renovables. Y, por último, se plantea una reforma del mercado eléctrico que responda a la presencia masiva de renovables, a la seguridad del suministro y en un entorno de mercado con precios desacoplados del coste del gas natural, garantizando así precios estables, predecibles y alejados de la volatilidad de los combustibles fósiles. Durante 2023 se generará un intenso debate que esperemos que finalice con los acuerdos necesarios para evolucionar hacia la nueva realidad a la que nos dirigimos, basada en un sistema cada vez más descarbonizado que permita acceder a una electricidad a precios asequibles. En España las medidas fiscales adoptadas se han concentrado en la reducción del IVA del 21 al 5%; en la reducción del Impuesto Especial de la Electricidad del 5,11 al 0,5%, la menor tasa que se puede fijar; y en la suspensión temporal del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica, que estaba fijado en el 7%. Todas ellas prorrogadas en 2023.

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