A FONDO 19 2022 -publicadas el 14 de diciembre en el BOE-, así como las del segundo semestre – publicadas el 28 de diciembre- no han permitido a las industrias gestionar las plantas por su enorme retraso y por el precio reconocido del gas, completamente alejado de la realidad en los mercados. Estos tiempos requieren anticipación, flexibilidad y eficiencia regulatoria para gestionar un marco regulado que cumpla con las premisas que la Ley garantiza a los cogeneradores: cubrir los costes y competir en igualdad de condiciones con otras tecnologías. Al finalizar el año, el MITERD publicó la propuesta retributiva para el año 2023, que prorroga lametodología actual -en vigor desde el año pasado-, a la espera del desarrollo de una nueva metodología, cuyo plazo legal expiró el pasado mayo; una situación que genera más incertidumbre al sector y lleva a las plantas a parar o a parar y arrancar de forma intermitente. A todas luces, un modus operandi insostenible e ineficaz que dificulta la gestión, destruye la rentabilidad y erosiona la competitividad de las industrias asociadas. Ymientras, los cogeneradores sufrimos la altísima volatilidad de los mercados de electricidad y gas y sus cotizaciones de futuro y contado, que no son gestionadas eficazmente por nuestro actual marco retributivo puesto que su metodología está concebida para mercados estables. Dos de cada tres plantas de cogeneración han parado en 2022 en un sector regulado al que la ley garantiza la cobertura de costes, y el arranque del 2023 está siendo terrible con niveles de producción cercanos a la mitad del año pasado. Ellomuestra que el Ministerio debe adaptar con prontitud la regulación al difícil contexto, que afrontaremos también este año. DESPILFARRO ENERGÉTICO Las consecuencias de políticas erróneas tienen repercusiones negativas para todos. Así, la caída de la cogeneración en 2022 fue reemplazada por generación de más baja eficiencia, como los ciclos combinados, que produjeron un 15%más en sustitución a la parada de nuestras plantas. Un pasmoso derroche de gas e ineficiencia para España, porque si nuestro Gobierno acordó con Europa reducir un 7% la demanda nacional de gas, un 20% de ese objetivo se conseguía con los ahorros que nos proporciona la cogeneración. Porque recordemos: los beneficios y utilidad de la cogeneración son la muy alta eficiencia energética, el ahorro de emisiones y la competitividad para la industria y para el país. Hay que adaptarse al contexto energético de volatilidad extrema y crisis de los mercados, como demuestra que en la UE se debatan medidas estructurales de reforma en los mercados eléctricos y gasistas. Por tanto, si debemos adaptar el marco europeo, con mayor celeridad deberíamos abordar la evolución regulatoria en el terreno nacional y, singularmente en la cogeneración, que nos trae a cuenta. Desde Acogen hemos reclamado y propuesto insistentemente medidas regulatorias eficaces y sencillas para que el Ministerio adecúe una regulación obsoleta, compleja hasta el absurdo y sobre todo ineficaz, en aras de la actividad industrial calorintensiva — fundamental para la economía y la competitividad de país— y de la eficiencia energética nacional. Continuaremos Los beneficios y utilidad de la cogeneración son la muy alta eficiencia energética, el ahorro de emisiones y la competitividad para la industria y para el país.
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