FuturEnergy Sept.-Oct.22

Panorama | Overview Según la sexta edición del informe Energy Transition Outlook de DNV, una mayor atención a la seguridad energética y los costes crecientes de la energía intensifican las diferencias entre Europa y el resto del mundo respecto a la descarbonización. Europa, que puede considerarse líder de la transición energética, redoblará la apuesta por las renovables y la eficiencia energética para aumentar su independencia energética. El consumo de gas europeo caerá drásticamente como consecuencia de la guerra de Ucrania. En comparación con la previsión del año pasado, DNV pronostica que el continente consumirá casi la mitad de la cantidad de gas natural en 2050. El gas satisfará solo el 10% de la demanda energética de Europa para 2050, en comparación con el 25% actual. Los países con rentas bajas, donde el coste es el principal incentivo de la política energética, están experimentando una tendencia diferente. Los altos costes de la energía y los alimentos están revirtiendo el cambio de carbón a gas y suponiendo un impedimento en las inversiones en descarbonización. Por ejemplo, el porcentaje de gas en el mix energético del subcontinente indio se reducirá del 11 al 7% en los próximos cinco años, mientras que el porcentaje de carbón aumentará. En términos generales, las presiones inflacionarias suponen un reto a corto plazo para el crecimiento de las renovables. Según el informe de DNV, el «hito» global del vehículo eléctrico (el momento en el que el porcentaje de vehículos eléctricos supere el 50%) se ha aplazado un año, hasta 2033. No obstante, el impacto de la actual crisis en la transición energética global se compensa con la caída de los costes de las renovables y el aumento de los costes del carbón a largo plazo. “La agitación del mercado energético no altera drásticamente la vía de la descarbonización hacia mediados de siglo”, indica Remi Eriksen, presidente del grupo y CEO de DNV. “El motor más fuerte de la transición energética mundial es la rápida reducción de costes de la energía solar y eólica, que contrarrestan los impactos actuales a corto plazo en el sistema energético”. Por primera vez, la previsión de DNV pronostica un impulso de las energías no fósiles ligeramente superior al 50% del mix energético mundial para 2050. Esto se debe principalmente al crecimiento de una producción de electricidad cada vez más ecológica. La producción de electricidad aumentará más del doble y la cuota de electricidad pasará del 19% al 38% del mix energético mundial en los próximos 30 años. La fotovoltaica y la eólica ya son las formas más baratas de electricidad en la mayoría de los casos y para 2050 aumentarán 20 y 10 veces respectivamente y dominarán la producción eléctrica con una cuota del 38% y el 31% respectivamente. Se prevé que, en los próximos diez años, el gasto en renovables se duplique a más de 1,4 billones de dólares al año, y el gasto en la red eléctrica supere probablemente el billón de dólares al año en 2030. La nuclear solo conseguirámantener los niveles de producción actuales debido a sus altos costes y sus largos plazos de entrega, por lo que su cuota en el mix eléctrico se reducirá del 10% actual al 5% en 2050. El aumento a corto plazo del consumo de carbón no impedirá que salga rápidamente del mix energético, que alcanzó su puntomás alto en 2014. El petróleo se ha acercado a un estancamiento durante algunos años y empezará a descender drásticamente a partir de 2030. Como consecuencia de la guerra de Ucrania, el consumo de gas mundial será menor de lo que se había previsto. Antes de la guerra, DNV estimaba que el gas natural sería la fuente de energía más grande exclusiva al final de esta década, pero esto se ha aplazado a 2048. The heightened focus on energy security and the rising cost of energy is reinforcing the differences in decarbonisation between Europe and the rest of the world, according to the sixth edition of DNV’s Energy Transition Outlook. Europe, which can be regarded as the leader of the energy transition, will double down on renewables and energy efficiency to increase its energy independence. European gas consumption will fall dramatically because of the war in Ukraine. Compared to last year’s forecast, DNV sees the continent consuming almost half the amount of natural gas in 2050. Gas will meet just 10% of Europe’s energy demand in 2050 compared with 25% today. Lower-income countries, where cost is the main driver of energy policy, are seeing a different trend. High energy and food prices are reversing the coal-to-gas switch and putting a dampener on decarbonisation investments. For example, the share of gas in the Indian subcontinent’s energy mix will reduce from 11% to 7% in the next five years, while the share of coal will increase. More broadly, inflationary pressures and supply chain disruption pose a short-term challenge to renewable growth. According to DNV’s report, the global electric vehicle ‘milestone’ (when the share of new EV sales surpasses 50%) has been delayed one year to 2033. However, the impact of the current crisis on the overall energy transition is outweighed by the fall in the costs of renewables and the increase in carbon costs in the longer term. “The turbulence in the energy market does not dramatically alter the decarbonisation pathway towards mid-century,” comments Remi Eriksen, Group President and CEO of DNV. “The strongest engine of the global energy transition is the rapidly reducing cost of solar and wind power, which will outweigh the present shortterm shocks to the energy system.” For the first time, DNV’s forecast sees non-fossil energy edge slightly above 50% of the global energy mix by 2050. This is mainly because of the growing and greening of electricity production. Electricity production will more than double, and its share will grow from 19% to 36% of the global energy mix over the next 30 years. Solar PV and wind power are already the cheapest form of electricity in most locations, and by 2050 they will grow 20-fold and 10-fold respectively, to dominate electricity production with 38% and 31% shares, respectively. Renewables expenditure is expected to double over the next ten years to more than US$1.3 trillion per year, and grid expenditure is likely to exceed US$1 trillion per year in 2030. Only nuclear power will maintain today’s production levels, due to its high LA CRISIS ENERGÉTICA REFUERZA A CORTO PLAZO UNA TRANSICIÓN ENERGÉTICA DE DOS VELOCIDADES THE ENERGY CRISIS REINFORCES A TWO-SPEED ENERGY TRANSITION IN THE SHORT TERM www.futurenergyweb.es | Septiembre-Octubre September-October 2022 17

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