FY75 - Futur energy

La crisis del COVID agrava la desaceleración de la eficiencia energética COVID crisis deepens energy efficiency slowdown El ya lento ritmo de avance de la eficiencia energética a nivel global se ralentizará aún más este año como resultado del impacto económico de la crisis del COVID-19, aumentando el desafío de alcanzar los objetivos internacionales de energía y clima y haciendo que sea crítica una acción gubernamental más fuerte, según un nuevo informe de la AIE. Se espera que la intensidad energética primaria global, un indicador clave de la eficiencia con la que la actividad económica mundial utiliza la energía, mejore en menos del 1% este año, la tasa más débil desde 2010, según el informe Energy Efficiency 2020. Las decepcionantes tendencias se ven exacerbadas por la caída de las inversiones en edificios, equipos y vehículos energéticamente eficientes en medio de la crisis económica desencadenada por la pandemia. Las compras de automóviles nuevos, más eficientes, se han ralentizado,mientras que también se espera que se desacelere la construcción de viviendas nuevas y más eficientes y de otro tipo de edificios. En la industria y los edificios comerciales, los precios más bajos de la energía han extendido los períodos de recuperación de las principales medidas de eficiencia hasta en un 40%, reduciendo su atractivo en comparación con otras inversiones. En general, la inversión en eficiencia energética en todo el mundo está en camino de caer un 9% en 2020. Las mejoras en la eficiencia energética pueden contribuir con alrededor de la mitad de reducción de las emisiones de GEIs relacionadas con la energía que se requieren durante las próximas dos décadas para poner al mundo en el camino de alcanzar los objetivos energéticos y climáticos internacionales. Pero las tendencias a corto plazo resultantes de la crisis del COVID-19 están desacelerando las mejoras de intensidad energética de la economía mundial, lo que significa que cada unidad de producción económica usa más energía de la que usaría de otra manera. Esto se debe principalmente a que las industrias intensivas en energía, como la fabricación de metales y la química, parecen haber sido menos afectadas por la crisis que otros segmentos de la economía menos intensivos en energía. Los paquetes de estímulo que los gobiernos están introduciendo influirán en gran medida en las tendencias futuras de la eficiencia. Tienen el potencial de impulsar inversiones y cambios estructurales que pueden reducir la intensidad energética en todos los sectores de la economía. Más del 60% de la financiación para medidas relacionadas con la eficiencia energética en los paquetes de estímulo anunciados por los gobiernos hasta la fecha se ha centrado en el sector de los edificios o en acelerar el cambio a vehículos eléctricos, incluida la nueva infraestructura de carga de vehículos. Sin embargo, quedan muchas oportunidades sin explotar, y el seguimiento de la IEA revela un desequilibrio de gastos en todos los sectores. No se han hecho anuncios para aumentar la penetración de electrodomésticos súper eficientes, mientras que el gasto en la eficiencia de los vehículos más allá de los vehículos eléctricos es mínimo hasta la fecha. El gasto planificado también está desequilibrado a nivel regional, con anuncios de países europeos que eclipsan a los de otras partes del mundo. El gasto anunciado en Europa representa el 86% de los anuncios de estímulo público mundial para la eficiencia, y el 14% restante se divide entre la región de Asia-Pacífico y América del Norte. El gasto en medidas de estímulo relacionadas con la eficiencia anunciadas por los gobiernos de todo el mundo hasta la fecha generará casi 2 millones de empleos a tiempo completo entre 2021 y 2023, según el análisis de la AIE, principalmente en el sector de la construcción y principalmente en Europa. Sin embargo, el Plan de Recuperación Sostenible de la AIE sugiere que nuevos esfuerzos de recuperación relacionados con la eficiencia energética podrían crear otros 4 millones de puestos de trabajo en todo el mundo mediante una mayor inversión del sector público y privado en edificios, transporte e industria. The already sluggish pace of global progress on energy efficiency is set to slow further this year as a result of the economic impact of the COVID-19 crisis, deepening the challenge of reaching international energy and climate goals and making stronger government action critical, according to a new report by the International Energy Agency. Global primary energy intensity – a key indicator of how efficiently the world’s economic activity uses energy – is expected to improve by less than 1% this year, the weakest rate since 2010, according to “Energy Efficiency 2020”. The disappointing trends are being exacerbated by a plunge in investments in energy-efficient buildings, equipment and vehicles amid the economic crisis triggered by the pandemic, the report finds. Purchases of new cars, which are more efficient than older models, have slowed, while construction of new, more efficient homes and other buildings is also expected to decelerate. In industry and commercial buildings, lower energy prices have extended payback periods for key efficiency measures by as much as 40%, reducing their attractiveness compared with other investments. Overall, investment in energy efficiency worldwide is on course to fall by 9% in 2020. Improvements in energy efficiency can contribute around half of the reduction in energy-related GHG emissions that is required over the next two decades to put the world on a path to meeting international energy and climate goals. But shortterm trends resulting from the COVID-19 crisis are slowing improvements in the energy intensity of the global economy, meaning that every unit of economic output uses more energy than it would do otherwise. This is mainly because energy-intensive industries, such as metals manufacturing and chemicals, appear to have been less severely affected by the crisis than other, less intensive parts of the economy. The stimulus packages governments are introducing as part of their economic recovery plans will heavily influence future efficiency trends. They have the potential to drive investments and structural changes that can reduce energy intensity across all sectors of the economy. More than 60% of the funding for energy efficiency-related measures in stimulus packages announced by governments to date has focused on either the buildings sector or on accelerating the shift to electric vehicles, including the new vehicle charging infrastructure. Many opportunities remain untapped, however, with IEA tracking revealing a spending imbalance across sectors. No announcements have beenmade to increase the penetration of super-efficient appliances, while spending on vehicle efficiency beyond EVs is minimal to date. The planned spending is also imbalanced on a regional basis, with announcements from European countries dwarfing those from other parts of the world. Announced spending in Europe accounts for 86% of global public stimulus announcements for efficiency, with the remaining 14% split between the Asia-Pacific region and North America. Spending on efficiency-related stimulus measures announced by governments worldwide to date is set to generate almost 2 million full-time jobs between 2021 and 2023, according to the IEA analysis, mostly in the buildings sector and mainly in Europe. However, the IEA’s Sustainable Recovery Plan suggests further recovery efforts related to energy efficiency could create another 4 million jobs globally through enhanced public and private sector investment in buildings, transport and industry. Noticias | News www.futurenergyweb.es 14 FuturEnergy | Noviembre/Diciembre November/December 2020

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