Triplicar la inversión en renovables para alcanzar el objetivo climático Tripling renewables investment to reach climate goals La inversión mundial en energía renovable aumentó entre 2013 y 2018, alcanzando su pico de 351.000 M$ en 2017, según un nuevo informe de IRENA y la Iniciativa de Política Climática (CPI). Sin embargo, la edición 2020 del informe Global Landscape of Renewable Energy Finance destaca que, si bien se invirtieron 1,8 b$ acumulados durante el período de cinco años, la cantidad es insuficiente para lograr los compromisos climáticos mundiales. La inversión en renovables disminuyó ligeramente en 2018, con un crecimiento modesto hasta 2019. Aunque esto se debió en gran parte a la disminución de costes, la capacidad instalada total continuó creciendo. Sin embargo, el nivel actual de inversión sigue siendo insuficiente para mantener el aumento de las temperaturas globales dentro del objetivo de 1,5 °C para mediados de siglo. Para lograr este objetivo climático, la inversión en diversas tecnologías renovables debe casi triplicarse anualmente a 800.000 M$ para 2050. La agenda post-COVID de IRENA ha mostrado que invertir anualmente un promedio de 2.000 M$ en renovables y otras tecnologías relacionadas con la transición energética en la fase de recuperación 2021-2023 podría crear 5,5 millones de empleos adicionales en el sector. Se crearían 19 millones de empleos adicionales relacionados con la transición energética para 2030, con unas inversiones anuales promedio de 4.500 M$ hasta 2030. La mayoría de estas inversiones podrían provenir de fuentes privadas, si se utilizan estratégicamente los fondos gubernamentales para impulsar en la dirección correcta las decisiones de inversión y la financiación. El capital está disponible, con un empujón de los gobiernos para movilizarlo. Los fondos públicos pueden apalancar las inversiones privadas en un factor de 3 a 4 si se utilizan estratégicamente para orientar las inversiones hacia soluciones de energía limpia y lejos de los combustibles fósiles. Una mayor participación de los inversores institucionales, que poseen alrededor de 87 b$ en activos, ayudará a alcanzar la escala de inversión global necesaria. Para ello, es clave promover el uso de soluciones del mercado de capitales, como los bonos verdes, que atiendan las necesidades de estos inversores. El informe de este año analiza por primera vez los compromisos financieros con las renovables sin conexión a la red en los mercados en desarrollo, ya que pueden acercar al mundo al logro del ODS7 sobre el acceso universal a energía asequible, fiable, sostenible y moderna para 2030. Proporcionando soluciones energéticas rentables, las renovables aisladas de la red son esenciales en un momento en el que el acceso a la energía es crucial para alimentar las instalaciones sanitarias, salvar vidas y crear puestos de trabajo. Si bien las inversiones en soluciones renovables aisladas de la red siguieron creciendo, alcanzando un máximo histórico de 460 M$ en 2019, se debe desbloquear capital adicional especialmente para actividades generadoras de ingresos y usos productivos para mejorar los medios de vida y la resiliencia de miles de millones de mujeres y hombres a nivel mundial y para promover beneficios socioeconómicos. De cara al futuro, los responsables de la formulación de políticas deben señalar un compromiso político a largo plazo y mejorar las asociaciones con el sector privado para impulsar la confianza de los inversores y atraer capital privado adicional al sector. A tal efecto, el informe presenta cinco recomendaciones específicas que los responsables de la formulación de políticas deben implementar para involucrar a los actores del sector privado, incluidos los inversores institucionales, los actores del mercado de capitales y las empresas no productoras de energía, en el camino colectivo hacia la recuperación verde y los objetivos climáticos. Global renewable energy investment increased between 2013 and 2018, reaching its peak of US$351bn in 2017, according to a new report by IRENA and the Climate Policy Initiative (CPI). However, the 2020 edition of ‘Global Landscape of Renewable Energy Finance’ highlights that while a cumulative US$1.8 trillion were invested during the five-year period, the amount falls short of achieving global climate commitments. Renewable energy investment slightly declined in 2018, with modest growth through 2019. Although this was largely due to the decreasing costs of renewables, the total installed capacity continued to grow. The current level of investment is still insufficient however to keep the rise in global temperatures within the 1.5°C objective by mid-century. To achieve this climate goal, investment in diverse renewables technologies must almost triple annually to US$800bn by 2050. IRENA’s post-COVID agenda showed that average annual investments of US$2 trillion in renewables and other energy transition-related technologies in the 2021-2023 recovery phase could create 5.5 million additional jobs in the sector. An additional 19 million energy transition-related jobs would be created by 2030, following average annual investments of US$4.5 trillion up to 2030. Most of these investments could come from private sources, provided government funds are used strategically to nudge investment decisions and financing in the right direction. The capital is available, with a push from the governments to mobilise it. Public funds are able to leverage private investments by a factor of 3 to 4 if used strategically to steer investments toward clean energy solutions and away from fossil fuels. Greater participation of institutional investors, which hold about US$87 trillion in assets, will help to reach the scale of global investment needed. To this end, it is vital to promote the use of capital market solutions, such as green bonds, that address the needs of these investors. For the first time, this year’s report analyses financial commitments to off-grid renewables technologies in developing markets, as they can bring the world closer to achieving SDG7 on universal access to affordable, reliable, sustainable and modern energy by 2030. Providing costeffective energy solutions, off-grid renewables are essential at a time when energy access is crucial to power healthcare facilities, save lives and create jobs.While investments in off-grid renewables solutions kept growing, reaching an all-time-high of US$460m in 2019, additional capital must be unlocked, especially for income-generating activities and productive uses to improve the livelihoods and resilience of billions of women and men globally and to promote socioeconomic benefits. Looking ahead, policy makers need to signal long-term political commitment and enhance partnerships with the private sector, to boost investor confidence and attract additional private capital in the sector. To that effect, the report laid out five specific recommendations that policy makers should implement to engage private sector actors, including institutional investors, capital market players and non-energy producing companies, in the collective path to green recovery and climate objectives. Noticias | News www.futurenergyweb.es 10 FuturEnergy | Octubre/Noviembre October/November 2020
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