FY73 - Futur Energy

Movilidad Eléctrica | E-Mobility FuturEnergy | Septiembre/Octubre September/October 2020 www.futurenergyweb.es 89 gencia, es decir, de alcanzar paulatinamente la media económica de las demás regiones del viejo continente, aunque lleva ya cuatro décadas recibiendo fondos en este sentido sin que las tornas hayan cambiado. Un proyecto minero como el de Extremadura conlleva asociada una industria auxiliar para la transformación del carbonato de litio (lo que se extrae) a hidróxido de litio (lo que se emplea en las baterías) y sin duda, fomentaría el desarrollo de fábricas de ensamblaje y producción de baterías, en una suerte de economía circular donde todo el proceso tenga lugar en España. Queda mucho por recorrer en la movilidad eléctrica, si bien ya hay mucho camino andado, y por delante tenemos retos importantes a nivel regulatorio, como el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que se está trabajando en la Comisión para la Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados. También se encuentra en desarrollo la Estrategia de movilidad sostenible e inteligente a cargo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en trámite de consulta pública en el momento de escribir estas líneas. La recta final de 2020 avanza un trimestre muy movido en lo que a materia de movilidad sostenible y eléctrica se refiere y todo ello, en un marco social, empresarial y político protagonizado por el COVID19, que parece dispuesto a seguir poniéndonos a prueba. Queda desear que nuestra clase política esté a la altura para convertir los retos en oportunidades, que sepamos gestionar la transformación que estamos experimentando en diversas facetas de nuestra vida, incluida la movilidad; que asumamos que toda esta situación se produce en medio de una revolución industrial tecnológica y de servicios a la que por primera vez, España llega a tiempo para liderar puestos de cabeza y que para el vehículo eléctrico y su ecosistema es una ocasión única, que precisa de la coordinación de los diferentes agentes involucrados. Cuando nos comamos las uvas este año, afrontaremos otro año incierto pero con la idea clara de que sabemos el camino que hemos emprendido y que debemos de continuar con toda la ambición posible para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París en todo lo que atañe a la descarbonización del transporte y al impulso de la movilidad eléctrica como eje de sostenibilidad pero también de eficiencia energética en el impulso de las energías renovables, la generación distribuida y el almacenamiento energético, en unmundo creciente que reclama cada vez más servicios basados en la electricidad. corresponding to their manufacture reduces exponentially. The lithium must not travel thousands of kilometres before being incorporated into a battery and for the vehicle itself to drive its first kilometre. In addition, because of its location, in a region with a few industrial resources and scant capacity to respond to the needs for the competitiveness and employment of its inhabitants, Extremadura continues to be what used to be known as “Objective 1”. This means receiving huge amounts of European funding under the main aim of the convergence. In other words, to gradually achieve the economic means of all the other regions of the old continent, despite funds having been received for four decades in this regard with no change to the status quo. A mining project such as that of Extremadura brings with it an auxiliary industry to transform lithium carbonate (which is extracted) into lithium hydroxide (the compound used in the batteries). Undoubtedly, this would foster the development of battery assembly and production factories in a kind of circular economy where the entire process takes place in Spain. Although it has come a long way, e-mobility still has far to go. There are big challenges up ahead at regulatory level, such as the draft Law on Climate Change and Energy Transition, on which the Committee for the Ecological Transition and Demographic Challenge of the Lower House of Parliament is currently working. Also under development is the sustainable and smart mobility strategy which is the responsibility of the Ministry of Transport, Mobility and Urban Agenda, currently under public consultation at the time of writing this article. The final stretch of 2020 heralds an extremely busy quarter as regards sustainable and electric mobility, against a social, business and political backdrop centred around COVID-19, which seems ready to continue to test us to the limit. All that remains is to hope that our political class is ready to convert these challenges into opportunities; that we know how to manage the transformation being experienced in so many facets of our lives, including mobility; and that we accept that this entire situation is taking place in the middle of an industrial technological and services revolution in which, for the first time, Spain is in time to spearhead jobs. For the electric vehicle and its ecosystem, this is a unique moment that requires the coordination of the different agents involved. As the clock counts down on New Year’s Eve, we will be facing another uncertain year, but clear in the knowledge that we understand the path on which we have embarked and that we must continue to follow with every possible ambition in order to achieve the Paris Agreement objectives as regards decarbonising transport and promoting e-mobility as the drivers of sustainability and also of energy efficiency; to foster renewables, distributed generation and energy storage, in a growing world that is increasingly demanding electricity-based services.

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