FY73 - Futur Energy

lentamente que después de la crisis financiera de 2008-2009, pero el mundo todavía está muy lejos de una recuperación sostenible. Un cambio radical en la inversión en energía limpia ofrece una forma de impulsar el crecimiento económico, crear empleos y reducir emisiones. Este enfoque aún no ha aparecido de manera prominente en los planes propuestos hasta la fecha, excepto en la UE, Reino Unido, Canadá, Corea, Nueva Zelanda y un puñado de otros países. En el escenario Sustainable Development, que muestra cómo encaminar al mundo hacia la consecución de los objetivos de energía sostenible en su totalidad, la implementación completa del Plan de Recuperación Sostenible de la IEA lleva a la economía energética global por un camino diferente después de la crisis. Además del rápido crecimiento de las tecnologías solar, eólica y de eficiencia energética, los próximos 10 años verían una gran ampliación de la captura, utilización y almacenamiento de hidrógeno y carbono, y un nuevo impulso detrás de la energía nuclear. Una parte importante de esos esfuerzos tendría que concentrarse en reducir las emisiones de la infraestructura energética existente, como plantas de carbón, acerías y fábricas de cemento. De lo contrario, los objetivos climáticos internacionales quedarán fuera de alcance, independientemente de las acciones en otras áreas. Un nuevo análisis detallado en el WEO-2020 muestra que si la infraestructura energética actual continúa funcionando de la misma manera que lo ha hecho hasta ahora, produciría un aumento de temperatura de 1,65 °C. A pesar de estos importantes desafíos, la visión de un mundo con cero emisiones netas se está enfocando cada vez más. El ambicioso camino trazado en el escenario Sustainable Development se basa en que los países y las empresas alcancen sus objetivos anunciados de cero emisiones netas a tiempo y en su totalidad, lo que llevará al mundo entero a cero neto para 2070. Alcanzar ese punto dos décadas antes, como en el nuevo caso de Emisiones Netas Cero para 2050, exigiría un conjunto de acciones adicionales dramáticas durante los próximos 10 años. Lograr una reducción de alrededor del 40% en las emisiones para 2030 requiere, por ejemplo, que las fuentes de bajas emisiones proporcionen casi el 75% de la generación de electricidad mundial en 2030, frente a menos del 40% en 2019, y que más del 50% de los automóviles de pasajeros vendidos en todo el mundo en 2030 sean eléctricos, frente al 2,5% en 2019. La electrificación, la innovación, los cambios de comportamiento y las ganancias masivas de eficiencia jugarían un papel importante. Ninguna parte de la economía energética podría quedarse atrás, ya que es poco probable que otra pueda moverse lo suficientemente rápido para compensar la diferencia. oil remains vulnerable to the major economic uncertainties resulting from the pandemic. The worst effects of the crisis are felt among the most vulnerable. The pandemic has reversed several years of declines in the number of people in Sub-Saharan Africa without access to electricity. And a rise in poverty levels may have made basic electricity services unaffordable for more than 100 million people worldwide who already had electricity connections. Global emissions are set to recover more slowly than after the financial crisis of 2008-2009, but the world is still a long way from a sustainable recovery. A step-change in clean energy investment offers a way to boost economic growth, create jobs and reduce emissions. This approach has not yet featured prominently in plans proposed to date, except in the EU, the UK, Canada, Korea, New Zealand and a handful of other countries. In the Sustainable Development Scenario, which shows how to put the world on track to achieving sustainable energy objectives in full, the complete implementation of the IEA Sustainable Recovery Plan moves the global energy economy onto a different post-crisis path. As well as rapid growth of solar, wind and energy efficiency technologies, the next 10 years would see a major scaling up of hydrogen and carbon capture, utilisation and storage, and a newmomentum behind nuclear power. A significant part of those efforts would have to focus on reducing emissions from existing energy infrastructure, such as coal plants, steel mills and cement factories. Otherwise, international climate goals will be pushed out of reach, regardless of actions in other areas. Detailed new analysis in theWEO-2020 shows that if today’s energy infrastructure continues to operate in the same way as it has done so far, it would cause a temperature rise of 1.65°C. Despite such major challenges, the vision of a net-zero emissions world is increasingly coming into focus. The ambitious pathway mapped out in the Sustainable Development Scenario relies on countries and companies achieving their announced net-zero emissions targets on time and in full, bringing the entire world to net zero by 2070. Reaching that point two decades earlier, as in the newNet Zero Emissions by 2050 case, would demand a set of dramatic additional actions over the next 10 years. Bringing about a 40% reduction in emissions by 2030 requires, for example, that low-emissions sources provide nearly 75% of global electricity generation in 2030, up from less than 40% in 2019, and that more than 50% of passenger cars sold worldwide in 2030 are electric, up from 2.5% in 2019. Electrification, innovation, behaviour changes and massive efficiency gains would all play roles. No part of the energy economy could lag behind, as it is unlikely that another would be able to move fast enough to make up the difference. Noticias | News FuturEnergy | Septiembre/Octubre September/October 2020 www.futurenergyweb.es 17

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