FY68 - Futurenergy

Digitalización. Energía 4.0 | Digitalisation. Energy 4.0 www.futurenergyweb.es 82 FuturEnergy | Marzo/Abril March/April 2020 Un futuro mejor es posible, necesitamos evolucionar hacia un mundo más eléctrico y más digital. Creando un mundo eléctrico completamente nuevo En primer lugar, debemos electrificar nuestro mundo. Al ser la forma de energía más eficiente, la electricidad debe ser desplegada lo más ampliamente posible. En la industria automovilística, por ejemplo, los vehículos eléctricos están en camino de dominar el mercado en todos los segmentos. En 2040, los coches eléctricos deberían superar la mitad de todas las ventas mundiales de automóviles de pasajeros. Si los combinamos con energía limpia, comparados con los vehículos tradicionales, deberían representar un enorme ahorro en emisiones de carbono. Además, más reducciones en los precios de las baterías e incentivos públicos, como la devolución de impuestos, podrían impulsar todavía más esta tendencia. Pero no debemos ser autocomplacientes. La electricidad puede hacer más que alimentar nuestros sistemas de transporte. La calefacción también representa una gran parte de la demanda de combustibles fósiles - supone casi el 40% del total de la energía consumida. Su electrificación es, por tanto, crucial para descarbonizarla. En segundo lugar, debemos producir electricidad de origen renovable a escala y crear los correspondientes incentivos públicos. Las renovables no solo extraen energía de fuentes ilimitadas (p.ej. sol, viento o agua), sino que representan una oportunidad revolucionaria para producir electricidad sin combustión. Descentralizadas por naturaleza, también ofrecen soluciones para problemas de fiabilidad localizada y rentabilidad. Además, ya han alcanzado ese punto de inflexión en el que también son la fuente de electricidad más económica en la mayoría de las partes del mundo. Según BNEF, en 2050, se espera que más del 60% de la energía mundial sea generada por fuentes renovables. Y no es de extrañar. Ya en 2018, las inversiones globales en energía renovable superaron los 270.000 M$ – casi el triple del gasto estimado en energía generada por carbón y gas. Dato que debería seguir aumentando. Tanto el gobierno como la industria juegan un papel importante a la hora de fomentar esta revolución renovable. Finalmente, debemos aprovechar las tecnologías digitales para optimizar nuestro mundo y, particularmente, la forma en la que se consume la energía. Lo digital puede ser un poderoso facilitador del cambio hacia una nueva ecuación de eficiencia. Estas tecnologías ya permiten mejoras en la automatización y la eficiencia de los procesos en el sector industrial, que redundan en la reducción de emisiones. Más allá, sus inherentes capacidades colaborativas permiten que surjan nuevos modelos circulares y de servicio, que prometen incluso mayores beneficios en términos de eficiencia. Contener el calentamiento global ya no es una opción. Es una obligación urgente que solo podemos cumplir colaborando. Construir un mundo eléctrico completamente nuevo no solo hará efectivo todo el potencial de la descarbonización, sino del ingenio humano. However, we cannot be complacent. Electricity can do more than power our transport systems. Heating also accounts for a large part of fossil fuel demand - representing almost 40% of total energy consumed. Electrification is therefore crucial for its decarbonisation. Secondly, we need to produce utility-scale, renewably-sourced electricity and create the corresponding public incentives. Renewables not only extract energy from unlimited sources (such as sun, wind and water), but also represent a revolutionary opportunity to produce electricity without combustion. By their nature decentralised, they also offer solutions to problems of localised and cost-effective reliability. Moreover, this turning point has been reached, given that in most parts of the world, they are already the cheapest source of electricity. According to BNEF, by 2050, more than 60% of global energy is expected to be generated from renewable sources. And this is no surprise. Already in 2018, global investments in renewable energy exceeded US$270bn – almost triple the estimated expenditure in coal- and gas-powered energy - a figure that must continue to rise. Both government and industry have a key role to play in fostering this renewable revolution. Finally, we must make the most of digital technologies to optimise our world and, particularly, the way in which we consume energy. Digitisation can be a powerful facilitator in the change towards a new efficiency equation. These technologies are already enabling improvements in the automation and efficiency of industrial sector processes that lead to reduced emissions. Moreover, their inherent collaborative capabilities allow new circular and service models to emerge, which even promise greater benefits in terms of efficiency. Containing global warming is no longer an option. It is an urgent obligation which we can only fulfil through collaboration. Constructing a completely new electric world will not only unlock the entire decarbonisation potential, but also human creativity. Martina Tomé Vicepresidente del Negocio de Power Systems de la zona Ibérica de Schneider Electric Vice President, Power Systems Business, Iberian Region at Schneider Electric

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