FY68 - Futurenergy

Tradicionalmente, las empresas han actuado de forma unilateral, ya que disponían de los recursos adecuados, mientras que los consumidores de pocas opciones y menor poder para hacerles frente. Pero con las tecnologías surgidas gracias a la conectividad en las últimas décadas, el panorama es totalmente distinto al que nos encontrábamos hace unos años. No solo nos enfrentamos a un consumidor altamente informado, sino, además, exigente. Y el sector energético, uno de los más cerrados y que ha funcionado a lo largo de la historia de forma oligárquica, no se está quedando al margen de los cambios tecnológicos. Especialmente relevante es el caso de la energía eléctrica, que se generaba en las centrales, y que sin embargo está a punto de sufrir una revolución gracias a las nuevas posibilidades de generación que han ido surgiendo recientemente. Es decir, que mientras que siempre ha existido un limitado número de empresas productoras, éstas se multiplicarán de forma exponencial gracias a la conectividad, big data y blockchain en los próximos años. Hablamos de empresas de otros sectores además de las habituales energéticas, pero también de una nueva figura: el prosumidor. Los consumidores ya no son actores pasivos. Buscan las opciones que mejor se adapten a sus necesidades, siendo conscientes de dónde procede y de qué tipo es la energía que consumen. Y disponen de no solo un abanico de opciones entre las que elegir, sino que también pueden convertirse en productores individuales con, por ejemplo, paneles solares domésticos. Este nuevo paradigma descentralizado, se basa en la generación de energía eléctrica a través de múltiples fuentes, cercanas a su vez a los puntos de consumo, que complementa a la generada en las centrales tradicionales. Esto supone no solo una mayor oferta de productores, y por lo tanto una mayor competitividad de los precios de consumo, sino que es además una respuesta a un de los grandes retos de la sociedad actual; la sostenibilidad. Companies have traditionally acted unilaterally, as they had the resources they needed, while consumers had few options and less power to exercise over them. But with the emergence of technologies in the last decades thanks to connectivity, the panorama is completely different to the one we knew a few years ago. Not only are consumers very well-informed but they are also highly demanding. And the energy sector, historically one of the most closed with its oligarchic form of working, is not being left out of these technological changes. Particularly relevant is the case of electricity, which used to be generated in power plants, and which nevertheless is on the point of experiencing a revolution thanks to the new possibilities for power generation that have been emerging in recent times. In other words, while a limited number of producing companies has always existed, these will multiply exponentially over the coming years due to connectivity, big data and blockchain. These are companies from others sectors in addition to the usual utilities - but with the addition of a new figure: the prosumer. Consumers are no longer passive agents. They seek options that best adapt to their needs, they are aware of the origin and type of energy they consume. And they not only have a range of options available from which to choose, but can also turn themselves into private producers with domestic solar panels, for example. This new decentralised paradigm is based on electrical power generation frommultiple sources, which in turn are close to the points of consumption and complement the energy generated by traditional power plants. This represents a larger supply of producers and thus, increased competitiveness as regards consumption prices, in addition to responding to one of the major challenges facing today’s society: sustainability. Decentralised energy production implies the use of renewable energy, given that this is the way to generate power that is accessible to the prosumers, in turn helping reduce CO2 emissions and creating local consumption. Moreover, it will also allow the development and implementation or improvement of other devices that use this type of energies, as in the case of the electric vehicle. In this way, a cycle of efficient, sustainable and reliable ENERGY 4.0 AND THE POWER OF THE CONSUMER The rapid rise of technologies witnessed over recent years has represented a complete transformation in every field imaginable. But there is much we still do not know as regards all the possibilities they have to offer.We have however been able to identify the direction in which they are heading and this is why we must not lose sight of one figure which is going from strength to strength with the passage of time: the consumer. LA ENERGÍA 4.0 Y EL PODER DEL CONSUMIDOR El rápido ascenso de las tecnologías, del que hemos sido testigos durante los últimos años, ha supuesto una transformación total en todos los ámbitos imaginables. Y aun así todavía desconocemos todas las posibilidades que nos ofrece. Sin embargo, ya vamos siendo capaces de vislumbrar hacia dónde se dirigen, y por ello, no debemos perder de vista una figura que lleva ganando fuerza con el paso del tiempo: el consumidor. FuturEnergy | Marzo/Abril March/April 2020 www.futurenergyweb.es 79 Digitalización. Energía 4.0 | Digitalisation. Energy 4.0

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