Opinión | Opinion FuturEnergy | Marzo/Abril March/April 2020 www.futurenergyweb.es 17 Desde la óptica del mantenimiento, estos bajos precios vislumbran varias consecuencias. En primer lugar, las plantas con régimen retributivo fijo sujeto al RD 413/2014, sobre todo fotovoltaicas, sufrirían menos por la posible pérdida de producción por la menor disponibilidad de las plantas, y por lo tanto, no tan presionadas por un mantenimiento tipo previo a esta crisis. La fuerza mayor prevista por el RD de situación de emergencia supone una cierta cobertura contractual. Ahora bien, es importante que, dadas las circunstancias, no se aplique el criterio de horas umbral de funcionamiento previsto en ese RD, para no comprometer el régimen retributivo. Por el contrario, las plantas de riesgo merchant (donde se incluyen las subastas por aquello de que más vale pájaro en mano que lo que pase dentro de unos años) y que tanto en eólica como en fotovoltaica suponen casi la mitad de la potencia actual en funcionamiento, es importante mantener las plantas operativas para incluso funcionar de forma flexible, como he apuntado al principio de este artículo. En estos casos, el mantenimiento es importante pero, curiosamente, la respuesta no ha sido uniforme entre los propietarios/gestores de activos, en algunos casos se ha solicitado concentrarse en el correctivo y en otros seguir como si no hubiera un estado de alarma restrictivo, es decir, como siempre. El simulacro de precios bajos es todavía de corta duración, la demanda de momento “solo” ha bajado un 7% y ha aumentado el consumo doméstico, la punta del mediodía es igual a la de la tarde cuando en situaciones normales es entre un 15% y 10% menor, lo que mejora los ingresos de las comercializadoras y fotovoltaicas. Sin embargo, la tendencia bajista ya se venía viendo desde primeros de año, fundamentalmente por los precios del gas importado, los costosos tubos africanos son ahora secundarios, a lo que habría que unir el efecto de la fotovoltaica mencionado, por lo que, una vez superada la crisis tampoco se esperan repuntes de precios, muy dependientes también de la evolución de la demanda industrial. Por el lado de los proyectos con PPAs, según algunas fuentes suponen el 30% de los casi 8.000 MW que han entrado en funcionamiento recientemente, muchos de los contratos son de carga base, con margen para operar la planta y cumplir con lo comprometido, tanto en cantidad como en horas de funcionamiento. Sobre la cobertura de los precios, evidentemente es una buena noticia en estos momentos para los productores, pero la situación actual podría provocar el interés de aprovecharla para analizar y renegociar cláusulas contractuales. Desde luego el escenario actual no es bueno para las empresas de mantenimiento y lo que es peor, el futuro parece que tampoco va a mejorar. Unos meses después de la pandemia nadie se acordará del esfuerzo realizado por los técnicos y no sólo por las difíciles condiciones en las que han tenido que soportar su trabajo, sino también por la asimetría con aquellos que hemos podido realizar nuestro trabajo de forma telemática. Esto es así porque la experiencia nos ha demostrado que la memoria es corta y volveremos a las andadas: beneficios de corto plazo y crecienin the hand is worth more than what might happen in a few years’ time), which for wind and PV represent almost half of current operating capacity, it is important to keep these plants running and even operating more flexibly, as mentioned at the beginning this article. In these cases, maintenance is important but, strangely, the response has not been uniform between asset owners/managers. In some cases, requests have focused on corrective maintenance and in others, continuing as though there was no restrictive state of emergency in place, in other words, carrying on as normal. This dry run of low prices is still short-lived. So far, demand has “only” fallen by 7% and domestic consumption has increased: the midday peak is the same as the afternoon peak, whereas under normal circumstances, it should be between 15% and 10% lower, which improves the revenue stream for distributors and PV plants. However, this downwards trend has already been noticeable since early this year. This is essentially due to the prices of imported gas, the costly African pipelines are now secondary, to which has to be added the aforementioned effect of PV. All this means that once the crisis has passed, we do not expect to see price rebounds, however this very much depends on the evolution of industrial demand. As regards projects with PPAs, some sources reckon that they account for 30% of the almost 8,000 MW to have come on line recently. Many are baseload contracts with a margin to operate the plant and fulfil commitments, both in terms of quantity Foto cortesía de | Photo courtesy of: Ingeteam Foto cortesía de | Photo courtesy of: COMSA/Gdes
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