Mujeres y Energía | Women & Energy www.futurenergyweb.es 14 FuturEnergy | Marzo/Abril March/April 2020 gético pueden aportar un 40% de la reducción de emisiones necesaria para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Bajo la premisa de que la energía más barata y menos contaminante es la que no se consume, la UE ha asumido el principio “eficiencia energética, primero” con el que busca dar prioridad a estas actuaciones. Pero las necesidades en este ámbito son significativas. Se estima que tres cuartas partes del total de inversiones que tendrá que acometer el sector energético en Europa para cumplir con los objetivos de energía y clima para 2030, se tendrán que dirigir a apoyar proyectos de eficiencia energética, tanto en los procesos productivos en la industria y las empresas, como en los edificios. El caso de los edificios resulta paradigmático, dado que son responsables de aproximadamente de un 40% del consumo de energía y de un 36% de las emisiones en la UE. Por otro lado, dado que la mayor parte del parque de viviendas y edificios que existirá a mediados de siglo ya están construidos hoy, será necesario emprender un gran esfuerzo en renovación energética. La neutralidad climática requerirá también un sistema de generación energética basado mayoritariamente en fuentes renovables, con un peso muy fuerte de eólica y solar, cuya expansión se está viendo favorecida en los últimos años por una significativa reducción de los costes. Además, las redes eléctricas tendrán un papel clave para permitir la integración de más fuentes renovables, y se tendrá que avanzar hacia un sistema eléctrico más digitalizado, donde convivan generación centralizada y descentralizada, con interconexiones transfronterizas reforzadas. Por otra parte, las mayores cuotas de las fuentes renovables variables, como solar y eólica, harán necesaria una mayor flexibilidad del sistema eléctrico y disponer de tecnologías facilitadoras, como soluciones de almacenamiento, que permitan dar respuesta en aquellos momentos donde el sol no brille o el viento no sople. El Banco Europeo de Inversiones, el BEI, está llamado a ser un instrumento central de este Pacto Verde europeo, para ayudar a movilizar las inversiones necesarias para acometer esta transición a una economía baja en carbono, basada en energías limpias. En esta tarea, el Banco de la UE no empieza de cero. El BEI es hoy uno de los mayores financiadores multilaterales de proyectos para apoyar la acción climática del mundo. Desde 2012 ha destinado más de 170.000 M€ de financiación a este tipo de proyectos dentro y fuera de Europa, lo que le ha permitido apoyar más de 600.000 M€ de inversiones en adaptación y mitigación climática. Asimismo, apoyar la política energética de la UE ha sido una de las prioridades del Banco, que ha dedicado una media de 13.500 M€ anuales a este objetivo en los últimos cinco años, lo que supone un 18% del total de su financiación anual. Pese a estos esfuerzos, la emergencia climática requiere hoy mayor ambición. Por eso, el BEI aprobó el pasado noviembre nuevos compromisos climáticos con los que pretende consolidarse como el banco del clima de la UE. Por un lado, ha decidido businesses as well as in buildings. The latter is somewhat of a case in point, given that buildings are responsible for around 40% of energy consumption and about 36% of emissions in the European Union. Moreover, a huge energy renovation effort will be needed given that most of the housing and building stock that will exist by mid-century has already been built. Climate neutrality will also require a power generation system based mainly on renewable sources of energy.Wind and solar power – the expansion of which has been facilitated in recent years by considerably lower costs – will need to be very well represented in this mix. Power grids will also play a key role to enable the integration of more renewable sources of energy, and will have to move towards a more digitised electricity system in which centralised and decentralised generation coexist, together with strengthened cross-border interconnections. Moreover, the increased quotas of variable renewable sources of energy, such as wind and solar, will require a more flexible electricity system with facilitating technologies, such as storage solutions, for those moments when the sun is not shining or the wind is not blowing. The European Investment Bank (EIB) is set to be a central part of the European Green Deal, helping mobilise the necessary investments for this transition towards a low-carbon economy based on clean energies. The EU bank is not starting from scratch here. The EIB is already one of the biggest multilateral financers of climate action projects worldwide. Since 2012, it has allocated over €170 billion in financing for projects of this kind within and outside Europe, enabling it to support over €600 billion of investments in climate adaptation and mitigation. Supporting the European Union’s energy policy has also been a priority for the Bank, which has dedicated an average of €13.5 billion per year to this goal in the last five years (18% of its total annual financing). Despite these efforts, the climate emergency now requires more ambition. This is why the EIB approved new climate commitments in November with a view to consolidating its position as the EU climate bank. Firstly, it has decided Las medidas de ahorro energético pueden aportar un 40% de la reducción de emisiones necesaria para cumplir con los objetivos del Acuerdo climático de París Energy saving measures can reduce the emissions necessary to comply with the Paris Agreement objectives by around 40%
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