FY66 - FuturEnergy

Empiezo este artículo justo después de llegar de la COP25, zona “no restringida” verde, y la verdad es que vuelvo con un sabor agridulce. El foro es un totum-revolotum de temas, donde además de promover la reducción de emisiones, se aborda también la problemática de los pueblos indígenas, o experiencias personales ligadas al medioambiente (largas permanencias en la Antártida, recorrido a nado de los continentes, ...), todo ello muy loable, pero con la gran duda de lo que pasará fuera de este ámbito. No hace falta ir muy lejos para profundizar en la incertidumbre: mi bicicleta llenó el aparcamiento ciclista, pero es que solo cabían seis bicis y un patinete, pocas ruedas para tanta sostenibilidad. He echado demenos la presencia de grupos ecologistas omedioambientalistas que llevan tiempo peleando por la preservación del entorno, en muchos casos con más voluntad que medios, frente a la presencia de grandes corporaciones, parece que necesarias para soportar parte del elevado coste del evento, el resto lo soporta el presupuesto público, cuya sensibilidad ambiental es, en la mayor parte de los casos, más que oportunista. Porque todo empezó en nuestro país poco después de la otra gran transición, la democrática, muy mencionada en estos convulsos tiempos, a la que se unió la segunda subida del precio del petróleo. En aquella época se inicia efectivamente la transición energética con el desarrollo incipiente de las tecnologías renovables, de baja emisión y elevado empleo local, en gran medida a contracorriente de la generación centralizada defendida por los grandes actores. Era la época de los ingenieros, involucrados en el desarrollo y puesta a punto de productos, en competencia con fabricantes europeos y americanos, no había ni chinos ni asiáticos, y los economistas y abogados tenían un papel secundario. Esta transición siguió en años sucesivos y en la actualidad tiene un enfoque totalmente diferente: fuerte apoyo institucional, elevada presencia financiera y relevante papel de los juristas, ya sea en la fase de desarrollo de los proyectos, como en su compra/venta o la firma de contratos de coberturas de precios. Y, desde luego, elevada presencia china y asiática en prácticamente todas las tecnologías y cadena de suministro. La pregunta es si este cambio de modelo ha sido imprescindible para conseguir un crecimiento creciente y sostenido de las renovables, y viendo lo que pasó en el norte de Europa parece que no, aunque Alemania vive ahora una crisis que está dando entrada a los grandes actores frente a la tradicional propiedad distribuida. Sea como fuere, lo que sí parece claro es que las cosas podrían haberse hecho de una forma más sencilla y evitarse algunos de los líos actuales, como muestra tres ejemplos: 40 arbitrajes internacionales en diversas instituciones, con un riesgo potencial de 4.000 M€, subastas por 8.000 MW con proyectos asfixiados por llegar a obtener el Acta de Puesta en Servicio antes del 31 de diciembre y solicitudes de acceso por 180.000 MW, más del doble de los objetivos, ya ambiciosos, del PNIEC. En este escenario, el año 2019 fue un año de transición al cuadrado, pues a los Planes y nuevas regulaI started this article just after returning from the “unrestricted” green zone, the COP25, and the truth is that it has been a bittersweet experience. The Forum is a melting pot of issues, where apart from promoting the emissions reduction, it also addresses the problem of indigenous populations and personal experiences linked to the environment (extended stays in Antarctica, swimming across the continents...), all of which are very commendable but which leave a huge doubt hanging over what will happen outside of this setting. There is no need to go too far to find uncertainty: my bicycle fills the bike park, but there is only room for six bikes and a scooter: few wheels for so much sustainability. I have missed the presence of ecological or environmental groups that spend their time fighting to conserve the environment, in many cases with more willingness than measures, from the presence of large corporations that are necessary to bear part of the high cost of the event. The remainder of the cost falls to the state budget whose environmental awareness is, in most case, more than opportunist. This is because in Spain, everything started shortly after the other great transition, the democratic transition, which is much commented upon during these tumultuous times, accompanied by the second oil price rise. It was then that the energy transition was effectively launched with the emergence of renewable, low emission technologies and a high level of local employment, swimming against the tide of centralised generation defended by the major agents. It was the age of engineers, involved in the development and commissioning of products, competing with European and American manufacturers, with no Chinese or Asian players in the market and where economists and lawyers took a back seat. This transition continued for several years and today has a completely different approach: strong institutional support, an enhanced financial presence and an important role for lawmakers, whether in the project development or sale/ purchase phases or the signing of price hedging contracts. Since then, the presence of China and Asia has increased in practically every technology and supply chain. The question is whether this change in model has been essential to achieve an ongoing and sustainable growth in 2019: EL AÑO DE TRANSICIÓN DE LA TRANSICIÓN INFINITA Alberto Ceña Secretario General de AEMER. 2019: THE TRANSITION YEAR OF THE INTERMINABLE TRANSITION Alberto Ceña. General Secretary of AEMER, the Spanish Renewable Energy Maintenance Association. A fondo: Análisis 2019 | In depth: 2019 Analysis www.futurenergyweb.es 88 FuturEnergy | Diciembre 2019-Enero 2020 December 2019-January 2020

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx