FY66 - FuturEnergy

A fondo: Análisis 2019 | In depth: 2019 Analysis www.futurenergyweb.es 72 FuturEnergy | Diciembre 2019-Enero 2020 December 2019-January 2020 Nos enfrentamos entonces a un objetivo ambicioso para 2030: el 74% de electricidad renovable en el sistema. Un objetivo para el que comenzamos a atisbar soluciones y una hoja de ruta. Por el camino, es necesario recordar, una vez más, que el análisis coste-beneficio de las renovables ha sido y será positivo para nuestra economía. Respecto a las famosas primas a las renovables, recordemos que, en el período comprendido entre 2005 y 2018, los ahorros que produjeron estas energías en el Mercado Diario de OMIE supusieron 62.383 M€, cifra superior a los 61.107 M€ que recibieron en primas. Sin renovables, nuestro sistema eléctrico habría sido más caro. Esto hay que resaltarlo. Es posible que, en los próximos años, esta cifra se invierta momentáneamente. Durante unos años, los ahorros acumulados pueden ser menores que las primas percibidas, pero será un efecto temporal. Después, cuando los primeros parques eólicos vayan alcanzando el final de su vida útil regulatoria y pasen directamente a mercado, tendremos energía a precios competitivos sin que estos proyectos perciban primas. Unos años después pasará lo mismo con las plantas fotovoltaicas. Y, lo más importante de todo, la reducción de precios experimentada por estas tecnologías, donde eólica (-70%) y fotovoltaica (-89%) han sido la punta de lanza, no se habría conseguido sin haber incentivado el mercado y sin haber dejado claro, con señales de precios, que “quien contamina, paga”. El efecto del precio del carbono La idea de culpabilizar al contaminador es fundamental. Estamos viendo, con motivo de la COP25, todos los efectos provocados por nuestra actividad y debemos marcar una línea clara entre aquellos que forman parte del problema y aquellos que forman parte de la solución. En APPA Renovables llevamos más de 30 años defendiendo las renovables. Y las primas, en su origen, reconocían el esfuerzo que las renovables realizaban por no contaminar, una forma de reflejar aquellas externalidades negativas en las que no incurríamos. Pero esto, realmente, no funciona. Aunque pueda incentivar el mercado, la prima no deja de verse por los profesionales del sector como un premio, algo inmerecido. Sin embargo, el concepto de “quien contamina, paga”, tiene un impacto mucho mayor. No se trata de dar un premio al que hace las cosas bien, que se ve con suspicacia. Se trata de castigar al que lo hace mal. Poner el foco en quien está contaminando, para que entienda que hay otras formas de hacer las cosas. Hoy, todas las compañías energéticas, incluso las que se han dedicado al negocio del crudo de forma tradicional, están inmersas en su propia transición energética particular. Hemos oído en 2019 constantemente noticias sobre empresas petroleras que están dedicando grandes inversiones a proyectos renovables. Y son bien recibidas. Esperamos que defiendan el sector con la furia del converso. Los verdaderos retos del futuro Los objetivos son claros: debemos descarbonizar nuestra economía a toda velocidad. El Pacto Verde Europeo, con el que comenzábamos este artículo, nos señala un camino hacia una economía neutra en carbono en 2050. Nos puede parecer lejano, por supuesto. Treinta años. Tres décadas. Pero, si tenéis hijos, pensad que seguramente ellos tengan, con vuestra edad, una economía que no sea nociva para nuestro medioambiente. Quizá hayamos heredado un modelo económico irrespetuoso con el planeta, pero somos la generación que hemos luchado, y seguiremos haciéndolo, para cambiar la inercia contaminante. En esta tarea las renovables son fundamentales. Según IRENA, las renovables serán responsables del 58% de la reducción de emisiosavings could be lower than the feed-in tariffs paid, but this will have a temporary impact. Later, when the first wind farms reach the end of their regulatory service life and sell directly to the market, energy will be available at competitive prices without projects paying feed-in tariffs. The same will happen with PV plants further down the line. Most important of all, the price reduction experienced by these technologies, spearheaded by wind (-70%) and PV (-89%), would not have been achieved without having incentivised the market and without having made clear, through price signals, that “the polluter pays”. The effect of carbon pricing The idea of blaming the polluter is fundamental. Thanks to the COP25, we are seeing the effects caused by our activity and we must draw a clear line between those who are part of the problem and those who are part of the solution. APPA Renovables has been championing renewables for over 30 years. And the feed-in tariffs that used to recognise the effort made by renewables to avoid polluting, are a way of reflecting those negative external factors in which we are not engaged. However this does not really work. Although it can incentivise the market, the feed-in-tariff is still seen by sector professionals as a somewhat undeserved tariff. However, the “polluter pays” principle has a far greater impact. It does not set out to reward the person that does something well, which is viewed with distrust, but rather punishes what is done badly: focusing on the person who is polluting, so that they understand there are other ways things can be done. Today, every energy company, even those that have traditionally been dedicated to the oil business, is undergoing its own particular energy transition. Throughout 2019, there has been constant news of oil companies that are making large investments in renewables projects and these are well received.We hope that they will defend the sector with the zeal of the convert. The real challenges of the future The objectives are clear: we must decarbonise our economy as fast as possible. The European Green Deal mentioned at the start of this article, sets out a pathway towards a carbon-neutral economy by 2050. This seems a long way off, of course. Thirty years. Three decades. But, if you have children, when they reach your age, they must have an economy that is not toxic for our environment. Perhaps we have inherited an economic model that fails to respect the planet, but we are the generation that has fought and will continue to fight, to change contaminant inertia. Renewables are an essential part of this task. According to IRENA, renewables will be responsible for 58% of the emissions reduction that must be achieved by 2050. 14% is linked to electrification, which is a quick target to implement, without

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