FY59 - FuturEnergy

Energías Renovables | Renewable Energies FuturEnergy | Abril April 2019 www.futurenergyweb.es 51 mitiendo a los técnicos de campo ver los problemas antes de que se conviertan en situaciones que puedan poner en peligro la vida. Inspección y diagnósticos aéreos de módulos fotovoltaicos Se estima que la gestión de las plantas fotovoltaicas cuesta a la industria 1.000M$ al año en mano de obra. Las inspecciones rutinarias son una parte crucial de la eficiencia operativa y pueden resultar peligrosas y tediosas. Una inspección integral de una planta fotovoltaica requiere tanta mano de obra que podrían tardarse semanas en realizarse únicamente con equipos de mano de pruebas eléctricas. En una planta fotovoltaica a gran escala, realizar pruebas a las cadenas de una en una para confirmar los ratios de rendimiento resultaría una tarea interminable. Para inspeccionar sistemas comerciales más pequeños o en cubiertas, se tardarían días. Independientemente de la instalación solar, es crucial encontrar y solucionar los problemas mediante inspecciones rutinarias, para evitar averías mayores, gestionar reclamaciones de garantías con los proveedores de equipos y funcionar dentro del rendimiento contratado y las garantías de producción. Mediante la tecnología infrarroja es cuestión de segundos detectar módulos que no están funcionando a su máximo rendimiento, ya sea por problemas con los inversores, o con las combiner boxes, por fallos en las cadenas, seguidores desalineados o problemas de sombras, ya que los módulos que no funcionan de forma eficiente tienden a tener una temperatura diferente a los módulos que funcionan correctamente. Incorporar una cámara termográfica en un dispositivo aéreo no tripulado, como la cámara FLIR M210 XT2 640-13 mm, hace que resulte aún más fácil inspeccionar rápidamente una gran área objetivo y detectar problemas en módulos fotovoltaicos desde el aire. Una vez identificado el problema mediante tecnología infrarroja, un multímetro digital o un medidor de tenaza, como el Extech MA445, pueden ayudar a diagnosticar problemas eléctricos en el punto de fallo y determinar las medidas adecuadas. Incorporar inspecciones térmicas en el plan de mantenimiento rutinario de una planta fotovoltaica reducirá los tiempos de inspección de semanas a horas, si se utiliza una solución aérea no tripulada, y de horas a minutos si se utiliza una solución termográfica de mano. Además, permitirá trabajar de forma más segura durante las inspecciones al reducir la exposición a los elementos y ayudando a mejorar la eficiencia general. allowing field technicians to identify problems before they turn into lifethreatening situations. Aerial inspection and diagnostic of PV modules It is estimated that the management of PV plants costs industry US$1bn per year in labour. Routine inspections are a vital part of operational efficiency and can be both dangerous and tedious. A full inspection of a PV plant is so labourintensive that could take weeks to perform using just hand-held electrical testing equipment. In a utility-scale PV plant, testing the strings one by one to confirm performance ratios would be an interminable task. It can take days to inspect smaller or rooftop commercial systems. Irrespective of the solar installation, it is essential that problems are located and resolved through routine inspections, to avoid major breakdowns, manage warranty claims with equipment suppliers and operate within the contracted efficiency and production guarantees. By means of infrared technology, it takes a matter of seconds to detect modules that are not operating at their optimal performance level, whether due to problems with the inverters or combiner boxes, due to faults in the strings, misaligned trackers or issues with shading, all thanks to the fact that modules that are not working efficiently tend to have a different temperature to those that are operating correctly. Incorporating a thermal imaging camera into an unmanned aerial device, such as the FLIR M210 XT2 640-13 mm camera, makes it even easier to perform a fast inspection of a large target area and detect problems in PV modules from the air. Once the problem has been identified using infrared technology, a digital multimeter or a clamp meter, such as the Extech MA445, can help diagnose electrical problems at the point of failure and determine the appropriate steps to be taken. Incorporating thermal inspections into the routine maintenance programme of a PV plant will reduce inspection times from weeks to hours, if an unmanned aerial solution is used, and from hours to minutes in the case of a hand-held thermographic solution. In addition, the inspection work is safer given the reduced exposure to the elements, which helps improve overall efficiency.

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