Movilidad Eléctrica | E-Mobility FuturEnergy | Abril April 2019 www.futurenergyweb.es 19 El exmandatario mexicano Felipe Calderón y actual presidente de la comisión de sostenibilidad y medio ambiente de la FIA, lo resumió muy bien al dirigirse durante su intervención en el panel de Smart Cities de la Latam Mobility de México a los emprendedores mexicanos, a quienes aconsejó que aprovechen la ola de responsabilidad ambiental y urbana que abanderan las nuevas generaciones para ejercer la fuerza de opinión pública y mover voluntades políticas en favor de la descarbonización del transporte. De regreso al viejo continente, uno redescubre que, pese a que en Bruselas se trabaja por acompasar objetivos a nivel regional, cada país europeo interpreta de forma independiente y con diferente ambición cómo alcanzar sus objetivos en la descarbonización del transporte, sin que parece que haya sinergias tan siquiera a escala local. En España, la sensación es también de desencuentro, no ya solo entre la clase política, pues parece que la descarbonización del transporte y la movilidad eléctrica se asocien a estrategias ideológicas y de partido, sino también entre la política y la propia industria, con un desacoplamiento total, además, con la sociedad civil. Debemos asumir el compromiso de la descarbonización del transporte, de los objetivos de la Comisión Europea a 2050 y del Acuerdo de París como una cuestión de Estado, puesto que su consecución está muy por encima de gobiernos e ideologías. No es una estrategia política. Es una prioridad para promover acuerdos y marcos normativos de movilidad eléctrica, el desarrollo de instrumentos financieros y nuevos modelos de negocios, la creación de capacidades y el intercambio de conocimiento, la colaboración en proyectos piloto, así como la exploración de sinergias y oportunidades con otros campos del saber, con énfasis en la innovación y la creación de nuevos puestos de trabajo. Según una nueva investigación de Bloomberg New Energy Finance, el coste total de los vehículos eléctricos sin ayudas sin ayudas a la compra caerá en 2022 por debajo del de un vehículo de combustión y eso supone un reto mayúsculo en un país como España, con una fuerte industria en la automoción basada en los combustibles fósiles, cuando el estudio prevé que las ventas globales de vehículos eléctricos llegarán a 41 millones de unidades en 2040, lo que representa el 35% de las nuevas ventas de vehículos ligeros. La movilidad eléctrica no es una amenaza, ni debe entenderse como tal. Es un proceso evolutivo en un momento crucial que forma parte de una revolución industrial, tecnológica y de servicios en la movilidad que, de no asumirse por unos, será liderada por otros. Latinoamérica y El Caribe así lo han entendido y otras regiones del mundo como Asia, Oriente Medio y Norteamérica ya están preparándose para asumir ese liderazgo. In the drive for e-mobility, Latin America and the Caribbean as a region seem to represent a market that offers common interests for each country involved and innovative approaches to modernise and decarbonise both public and private transport, greatly benefitting the quality of life of its inhabitants. Mexico’s former president Felipe Calderón and the current president of the FIA’s Environment and Sustainability Commission summarised it very well when he addressed Mexico’s business owners as part of the Smart Cities panel during LatamMobility Mexico. He advised them to take advantage of the wave of environmental and urban responsibility being led by the new generations in order to exercise the force of public opinion and move political will in favour of decarbonising transport. Returning to the old continent, we find that, despite Brussels working to keep pace with its objectives at regional level, each European country, independently of each other and with different ambitions, is interpreting how to achieve their transport decarbonisation objectives with seemingly no synergies at even local level. In Spain, the feeling is also one of disagreement, and not just among the political classes, given that it seems as though the decarbonisation of transport and e-mobility are linked to ideological and party strategies. There is also discord between politicians and industry itself, accompanied by a complete disconnection with civil society. We must commit to decarbonising transport and to the 2050 objectives of both the European Commission and the Paris Agreement, given that their attainment stands far higher than governments and ideologies. This is no political strategy. It is a priority in order to promote regulatory frameworks and agreements on e-mobility; to develop financial instruments and new business models; to create capabilities and the exchange of knowledge; to collaborate on pilot projects; and to explore synergies and opportunities with other fields of knowledge, with an emphasis on innovation and the creation of new jobs. New research from Bloomberg New Energy Finance finds the total cost of an EV, with no subsidies for its purchase, will fall in 2022 to below that of a combustion engine vehicle. This will represent a major challenge in a country such as Spain, with a strong fossil fuel-based automotive industry. The study predicts global sales of EVs reaching 41 million units by 2040, a figure that represents 35% of new light vehicle sales. E-mobility is not a threat, nor should it be seen as such. It is an evolutionary process at a crucial time that forms part of an industrial, technological and services revolution in mobility that, if not taken up by some, will be lead by others. Latin America and the Caribbean have understood this and other regions of the world such as Asia, the Middle East and North America are already getting ready to take up this leadership. Arturo Pérez de Lucia Director General de AEDIVE Managing Director of AEDIVE, the Business Association for the Boosting and Development of the EV Market.
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