FY56 - FuturEnergy

Recientemente me preguntaron en unas jornadas sobre energías renovables si, con la entrada de la potencia que las subastas de 2016 y 2017, se reduciría el precio del mercado eléctrico. Ahora que estamos en una época de cambio, un cambio de año que viene precedido de un cambio de Gobierno, un cambio de modelo energético, sería interesante mirar al pasado para poder contestar a esta pregunta. Hace un año, en estos días de vacaciones navideñas, Alemania experimentó precios de la electricidad negativos. El motivo no era otro que la energía renovable había superado la demanda eléctrica y, por tanto, algunas centrales que, por inercia térmica, no les era rentable paralizar su producción, pagaron por producir en vez de cobrar. Esto es algo anecdótico, porque como hemos mencionado se produjo en el período navideño, cuando algunas fábricas cierran y cuando, como cada vez es más habitual, disfrutamos de inviernos cálidos. ¿Quiere decir esto que bajarán los precios de la energía gracias a las renovables? Es difícil predecirlo. Cuando analizamos en el Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables cuál había sido en 2017 la contribución de las renovables a la reducción de precios del mercado mayorista descubrimos que, a comienzos de ese mismo año, los precios del mercado subieron con fuerza. El cierre de centrales nucleares francesas, el repunte de los precios del gas… una conjunción de circunstancias se alineó para que, el mismo mes en el que los ciudadanos alemanes tuvieron precios negativos, en España se alcanzaran precios récord por la electricidad. Las diferencias entre los sistemas eléctricos español y alemán son tan numerosas que no se pueden establecer paralelismos. Podríamos hablar de que su sistema está muy interconectado, mientras que el nuestro no dispone de las mínimas interconexiones recomendadas, pero eso no explicaría los precios negativos, más bien al contrario, pues la demanda de electricidad de Francia afectaría más a un país bien interconectado. La gran diferencia es que Alemania, a diferencia de España, ha seguido apostando por las energías renovables durante el tiempo en que aquí ha estado paralizado su desarrollo. España lideró una vez, junto a Alemania, la carrera por las energías renovables. Contábamos con unmagnífico recurso, experimentados profesionales y una industria asociada. Hoy, tras dejar caer a plomo al sector mientras a nivel mundial se apostaba por estas energías, volvemos a pedir un esfuerzo para alcanzar los objetivos europeos de 2020 con las subastas de 2016 y 2017. Curiosamente, pedimos esfuerzo a las mismas empresas y a los mismos profesionales cuyo desarrollo se cortó de raíz. Las empresas se vieron abocadas a la internacionalización, el letargo o la desaparición y los profesionales, digamos que el sector ha perdido, desde 2011, casi 50.000 empleos. Ahora, cuando pedimos ese esfuerzo, vemos que esa industria nacional y puntera está en manos, curiosamente, alemanas. Hoy nos encontramos ante un momento crucial. La oportunidad que ya perdimos no volverá, pero el futuro está claro que es renovable. Desde 2000 a 2017 en la UE se ha invertido la famosa regla del 80-20. En el año 2000 menos del 20% de nueva potencia eléctrica era renovable. En 2017, más del 80% de la nueva potencia correspondió a tecnologías renovables con eólica, fotovoltaica y biomasa liderando el ranking. At a recent seminar on renewable energy, I was asked if, with the entry of the capacity awarded under the 2016 and 2017 auctions, the electricity market price would reduce. Now that we are in a period of change, with a new year preceded by a change in Government and a change in energy model, a look back at the past would help answer this question. A year ago, during the Christmas holiday period, Germany experienced negative electricity prices. The reason was none other than the fact that renewable energy had exceeded electricity demand and, because of thermal inertia it was not cost-effective for some plants to suspend production, they paid to keep producing instead of charging for the service. Of course this is anecdotal, because as we have said, it took place during the Christmas holidays when some factories close and when, as is becoming increasingly more common, we are enjoying warm winters. Does this mean that energy prices are falling thanks to renewables? This is hard to say.When we analyse the Study on the Macroeconomic Impact of Renewable Energies in Spain to see the extent to which renewables in 2017 have helped reduce wholesale market prices, we find that, at the start of that same year, market prices showed a sharp increase. The closure of French nuclear power plants, the upturn in gas prices and a combination of circumstances aligned so that in the same month in which German residents enjoyed negative prices, Spain saw record electricity prices. The differences between the Spanish and German electrical systems are so numerous that it is impossible to draw parallels. It could be said that while Germany’s is very well-interconnected, the Spanish system fails to offer the minimum recommended interconnections, however this does not explain the negative prices. On the contrary, the electricity demand of France would have a greater impact on a highly interconnected country. The major difference is that Germany, unlike Spain, has continued to commit to renewable energies throughout the time in which its development here has been paralysed. Spain, alongside Germany, once led the renewable energy race. We offered a fantastic resource, experienced professionals and an associated industry. Today, having allowed the sector to collapse, while commitment for these energies has continued at global level, we once again call for efforts to achieve the 2020 European targets by means of the 2016 and 2017 auctions. It is a curious fact that we are asking those same companies and the same professionals whose development was nipped in the bud tomake the effort. Companies found themselves compelled to internationalise, with the resultant lethargy or disappearance of their professionals. In other words, since 2011, the sector has lost almost 50,000 jobs. Now, when we are asking for that effort to be made, we see that our domestic, cutting-edge industry is, coincidentally, in German hands. So we find ourselves at a crucial moment. Opportunities once lost will not return however, there is no doubt that the future is renewable. From 2000 to 2017, the EU has reversed the 80-20 rule: in 2000, less than 20% of new electric output was renewable, while in 2017, over 80% of the new capacity LA ERA DE LA ENERGÍA LIMPIA Y BARATA José María González Moya Director General de APPA Renovables THE AGE OF CLEAN AND CHEAP ENERGY José María González Moya Managing Director of APPA Renovables A fondo: Análisis 2018 | In depth: 2018 Analysis FuturEnergy | Diciembre 2018-Enero 2019 December 2018-January 2019 www.futurenergyweb.es 21

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