2018 ha sido un año importante en la apuesta por un futuro energéticomás sostenible, sobre todo por los cambios políticos que se han producido tanto a nivel español como a nivel europeo. El acuerdo alcanzado en las reuniones del “trílogo” (Consejo de Ministros de los países miembros, Comisión y Parlamento Europeos) para la elaboración de la Directiva de Energías Renovables, fijando mayores objetivos para el horizonte 2030 y estableciendo derechos inalienables, es fiel reflejo de la posición de cambio que se ha producido. En el primer semestre del año, la participación del Gobierno de España en los diferentes Consejos de Ministros de Energía, a pesar del posicionamiento del Parlamento Europeo y de la Comisión, supusieron un reforzamiento de las tesis más inmovilistas en materia energética y una declaración de principios en contra del autoconsumo, en particular, y del papel de las energías renovables, en general. El hecho de que España defendiera que un objetivo del 27% de aporte en la cobertura de la demanda final de energía con renovables, era difícilmente alcanzable y se postulara junto a países como Polonia, que basan su estrategia en el uso del carbón, del que ellos sí disponen, ratifica la posición irracional y no sostenible del Gobierno español de ese momento. Durante el primer semestre del año tuvimos señales que ratificaban una política energética desnortada e irresponsable con la problemática existente de carácter medioambiental, sanitario o económico que la apuesta por las energías fósiles acarrea. Pudimos comprobar el empecinamiento del entonces ministro de energía, Álvaro Nadal, para no permitir el cierre de las centrales de carbón nacional, a pesar de la decisión de hacerlo de sus propietarios por no rentabilidad, o del informe negativo de la CNMC con respecto a la propuesta de Real Decreto elaborado para impedir la decisión de cierre. Otro de los elementos, que a priori debería haber tenido una mayor importancia, fue la presentación del informe de la Comisión de Expertos de Transición Energética después de más de ocho meses de trabajo, Comisión que fue creada y compuesta más para ganar tiempo, que para elaborar la propuesta de las líneas de la futura política energética de España. El Comité de Expertos puso más empeño en elaborar un documento de consenso, que en proponer líneas de actuación que dieran un verdadero impulso a la situación energética actual. El informe final no sorprendió a nadie y siguió el mismo camino que sus antecesores: dormir el sueño de los justos en un cajón del ministerio, a pesar de dejar tímidamente recomendaciones como el fomento del autoconsumo y la necesidad de una política fiscal más activa en cuestiones medioambientales, y dejar al margen propuestas en los temas más candentes o conflictivos salvo la presencia de algún voto particular. El inmovilismo en materia medioambiental del ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital contrastó con el intento de la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, de avanzar en el desarrollo de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, propuesta que no vio la luz hasta que el partido del Gobierno pasó a la oposición y presentó un documento de 2018 has been an important year for the commitment to a more sustainable energy future, above all due to policy changes that have taken place both in Spain and at European level. The agreement achieved during meetings of the “trilogue” (the Council of Ministers of the member countries, the European Parliament and the Commission) to draw up the Renewable Energy Directive, setting more ambitious objectives to 2030 and establishing inalienable rights, is a true reflection of the trend change that has taken place. During the first half of the year, the participation of the Spanish Government on the different Councils of Energy Ministries, despite the stance of the European Parliament and the Commission, strengthened even the most unshakeable positions as regards energy and represented a policy statement against self-consumption, in particular, and the role of renewable energy, in general. The fact Spain argued that a 27% target contribution to final energy demand coverage from renewables was difficult to achieve, standing alongside countries such as Poland who base their strategy on the use of their available coal, endorsed the irrational and unsustainable position of the Spanish government of that time. The first half of the year saw signs ratifying a misguided and irresponsible energy policy with the existing environmental, health and economic issues represented by a continued commitment to fossil fuels.We saw the stubborn refusal of the then Minister of Energy, Álvaro Nadal, to keep domestic coal plants open, despite their owners having decided to close them as they were not cost effective, and the negative report from the Spanish Competition Authority (CNMC) as regards the draft Royal Decree drawn up to prevent the closure decision. Another element that should a priori have carried greater weight was the presentation of the report from the Committee of Experts on Energy Transition after eight months of work, a Committee that was created and set up to play for time rather than to outline the proposal for Spain’s future energy policy. The Committee of Experts put more effort into drawing up a document of consensus, instead of proposing lines of action that would give a real boost to the current energy situation. The final report surprised no-one and followed in the footsteps of its predecessors: sleeping the sleep of the just in some drawer in the ministry. It did contain some timid recommendations such as encouraging self-consumption and the need for a more active fiscal policy on environmental issues, however overlooked more pressing or conflictive topics except where an individual vote was taken. The stagnation of the Ministry of Energy, Tourism and Digital Agenda as regards the environment contrasted with the attempt by the Minister for Farming, Fishing, Food and the Environment, Isabel García Tejerina, to progress the implementation of the Law on Climate Change and Energy Transition, a draft that did not come to light until the party of the Government became the opposition and submitted a document of minimums in which it Y EN 2018 VOLVIÓ A SALIR EL SOL Fernando Ferrando Presidente de la Fundación Renovables AND THE SUN SHONE ONCE AGAIN IN 2018 Fernando Ferrando Chairman of the Fundación Renovables A fondo: Análisis 2018 | In depth: 2018 Analysis FuturEnergy | Diciembre 2018-Enero 2019 December 2018-January 2019 www.futurenergyweb.es 13
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