Cambiar puede significar tener que renunciar a algunas cosas, pero con un gran aliciente: las ventajas van a compensar con mucho las pérdidas. Y cuando hablamos de movilidad eléctrica, este principio es una realidad máxima. El cambio climático, provocado por el exceso de CO2 en la atmósfera, y la mala calidad del aire en las ciudades, sobre todo por el exceso de NOx y partículas, la mayoría derivadas del transporte, hacen de la movilidad eléctrica un aliado que puede ayudar a paliar el problema. En España, el 48% de las emisiones de CO2 vienen derivadas del transporte por carretera(1) y la emisión media de un turismo en España, según la ACEA, es de 118,1 gr CO2/km(2). Teniendo en cuenta el actual mix de producción de electricidad en España, cambiar todos los coches por vehículos eléctricos permitiría reducir en más de la mitad las emisiones y llegar a unos 50 gr CO2/km(3). Es decir, por cada coche sustituido y considerando cómo generamos la energía, se estarían evitando a la atmosfera un total de 68 grCO2/km. En un año, con una media de 12.500 km(4), se conseguiría evitar un total de 850 kg. Y eso con un solo coche. Con una penetración del 5% de vehículos eléctricos, la cifra de CO2 evitado sería de 1 millón de toneladas. Esto es una realidad y debemos aprovechar el eficiente mix de generación de España, que además tiende a tener cada vez menos emisiones, para mejorar nuestra postura ante el cambio climático. Las opciones comerciales son cada vez mayores y podría ser ya una realidad, no para todos, pero sí para muchos. La media de kilómetros que hace un turismo al día es España es de 34(4), una distancia más que razonable para las actuales autonomías de los vehículos eléctricos, que de media superan los 150 km. Y si analizáramos realmente el uso que le damos al coche en nuestro día a día, veríamos Change can mean having to give up some things, but with a huge incentive: the benefits vastly outweigh the losses, and when we are talking about e-mobility, this principle is never truer. Climate change, caused by the excess CO2 in the atmosphere, and bad air quality in the cities, above all due to excessive NOx and particles, mostly coming from transport, turns electric mobility into our ally to help alleviate the problem. In Spain, 48% of CO2 emissions are caused by road transport(1) and, according to the ACEA, the average emission of a private car in Spain is 118.1 gr of CO2/km(2). Taking into account the current electricity production mix in Spain, changing every car to an electric vehicle would reduce emissions by more than half, to around 50 gr of CO2/km(3). In other words, for every car replaced and bearing in mind how we generate energy, a total of 68 gr of CO2/km would not be emitted into the atmosphere. In one year, with an average of 12,500 km(4), a total of 850 kg would be avoided. And that is with just one car.With a penetration of 5% of EVs, the amount of CO2 avoided would be 1 million tonnes. This is a reality and we have to take advantage of Spain’s efficient generation mix, which is moreover tending towards increasingly lower emissions, to improve our attitude to climate change. Commercial options are increasing and this could already be a reality for many of us, but not for everyone. The average number of kilometres travelled by a private car in Spain in one day is 34(4), a more than reasonable distance for the current ranges of EVs that on average exceed 150 km. And if we really analyse the use that we give our cars in our daily lives, we would see that much more frequently than we might think, we could use an electric vehicle without any problem. However, we must not forget the famous entry barriers. For example, the prices of EVs are still higher than those of conventional vehicles and so in order for this to become a more widespread reality, the uptake of the electric vehicle over the internal combustion engine has to be incentivised in some way. Some cities and Autonomous Communities are introducing mechanisms to promote the EV including: free or subsidised parking, unrestricted access during periods of high pollution, roads with priority lanes, etc., but this is not enough. It is absolutely necessary to have an incentives scheme in place for the acquisition of electric vehicles to promote their adoption by the majority of the population, as exists in other countries. THE CHANGE TOWARDS SUSTAINABLE MOBILITY IS A PART OF EACH OF US Being part of the change is much better thanwatching the changes fromthe sidelines. It is my personal opinion,without a shadowof a doubt, despite its pros and cons, that fortunately, an increasingly greater level of awareness can be discerned in each and every one of us. I believe that the idea it is essential to change thewaywe consume our natural resources,with the consequent benefits for all, is truly taking hold of society. That being said,we knowthat changes are not simple, above allwhen they involve certain“upsets” in that preconceived comfortwe think is so necessary. EL CAMBIO HACIA UNA MOVILIDAD SOSTENIBLE ES PARTE DE CADA UNO DE NOSOTROS Ser parte del cambio es mucho mejor que ver los cambios desde la barrera. Es mi opinión personal, sin lugar a dudas, con sus pros y sus contras, pero afortunadamente creo que, cada vez más, se palpa una mayor concienciación en todos y cada uno de nosotros. La idea de que es esencial cambiar la manera de consumir los recursos naturales, con el consecuente beneficio para todos, realmente está calando en la sociedad. Eso sí, sabemos que los cambios no son sencillos, sobre todo cuando implican ciertas “molestias” en esa comodidad preconcebida y pensamos tan necesaria. Elena Bernárdez Directora de Movilidad Eléctrica de Endesa Director of E-mobility at Endesa Mujeres y Energía | Women & Energy FuturEnergy | Mayo May 2018 www.futurenergyweb.es 19
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx