Al igual que hace una década, la presión para mejorar la eficiencia energética significa que las industrias deben adoptar estrategias claras capaces de producir un cambio real y tangible en el futuro, y para ello, es necesario diseñar unas infraestructuras críticas más eficientes. Así pues, ¿cómo debemos afrontar el diseño del centro de datos del futuro? Es una pregunta que nos hacemos continuamente y cuya respuesta suele ser difícil. Normalmente, un centro de datos se diseña para operar durante más de 20 años y lo habitual es que haya una infraestructura fija desde el primer día, con un máximo de potencia y capacidad de refrigeración. Con esa base, el equipamiento instalado puede cambiarse como máximo cada 4 años aunque en ocasiones puede ser cada 4 meses, como es el ejemplo de los grandes operadores. En general, no hay dos centros de datos iguales, lo que implica que la clave para gestionar el diseño de una instalación es la estructura inicial del edificio y los despliegues necesarios para ajustarse a las fluctuaciones en la demanda de las cargas TI. Es mucho más sencillo tener en cuenta la optimización de costes y energía desde el primer día que actualizar o reformar una instalación que ya está construida. Por ello, es muy importante prestar atención a la gestión del proyecto desde las primeras etapas del diseño. Aunque la industria esté buscando nuevas e interesantes oportunidades de diseño y construcción, no debemos olvidar que hay multitud de centros de datos en funcionamiento que tienen más de 10 años. En realidad, la tarea de optimizar una instalación que está en funcionamiento es tan importante y exigente como construirla desde cero. En consecuencia, es crucial entender cómo los centros de datos existentes pueden alcanzar una eficiencia óptima. Un factor que se suele pasar por alto es el uso de los equipos de refrigeración; incluso el más mínimo incremento de temperatura puede afectar a los costes y la energía, además de su impacto en la fiabilidad de los equipos de misión crítica. En un centro de datos medio, la refrigeración representa aproximadamente el 40% del consumo energético total, un valor sorprendente habida cuenta del nivel de equipamiento usado en la instalación. Por ello, y para garantizar la disponibilidad sin incurrir en costes desorbitados, los centros de datos neJust as it was a decade ago, pressure to improve energy efficiency is very much a focus which means the industry needs to implement clear strategies to drive real and tangible change for the future, taking steps to design a more efficient critical infrastructure. So how do we address designing the data centre of the future? It is an ongoing issue and one that is often hard to answer. Typically, a data centre facility is designed to last over 20 years. Usually there is a fixed infrastructure from day one, designed with a maximum power and cooling limit. The equipment deployed in the building can be changed, as a maximum, every four years but for hyperscale operators, design changes may be made every four months. No two data centres are the same, which means that the key to designing a facility is its initial building design and deployment which adapt to match fluctuating changes in IT load. It is much easier to factor in cost and energy reductions from day one than to retrofit a facility that has already been built. For this reason, design, testing and project management are key in the early stages of building design.While the industry may be chasing exciting new designs and build opportunities, there are thousands of data centres already in existence that are more than 10 years old. In reality, the task of legacy facility optimisation is equally as important and challenging as building an optimised facility from scratch. Therefore, understanding how existing data centres can achieve optimum efficiency is crucial. One area that is often overlooked, is cooling equipment and how it is being used. Even the slightest temperature increases can affect costs and power output, not to mention the reliability of mission-critical equipment. In an average data centre, cooling amounts for approximately 40% of total energy use, a staggering percentage given the level of equipment used in the building. To ensure availability without LA EFICIENCIA Y EL DISEÑO EN EL CENTRO DE DATOS MODERNO A lo largo de los últimos diez años, la eficiencia de los centros de datos ha ido ganando importancia en la agenda de las empresas y los gobiernos, convirtiéndose en uno de los aspectos más relevantes en la toma de decisiones dentro del ámbito tecnológico. La preocupación por el cambio climático y el calentamiento global se ha traducido en una mayor presión sobre los gobiernos, para reducir el consumo energético nacional, y sobre las empresas debido a su alto consumo energético. La densidad y capacidad de los centros de datos han sido focos importantes de atención durante estos años, ya que han sido elementos del ecosistema de negocios que han impulsado al alza la factura eléctrica. EFFICIENCY AND DESIGN OF THE MODERN DATA CENTRE Over the last 10 years, data centre efficiency has risen up the agenda of businesses and governments; reaching a point now where it is one of the most influential aspects of decision-making in technology. Concern over climate change and global warming has translated into increased pressure on governments to reduce national energy consumption as well as pressure on businesses due to their high energy consumption. Focus throughout these years has been heavily placed on data centre density and capacity as elements of the business ecosystem that have significantly driven up energy bills. Eficiencia Energética: Centros de datos | Energy Efficiency: Data centres FuturEnergy | Diciembre 2017-Enero 2018 December 2017-January 2018 www.futurenergyweb.es 91
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