Sostengo que la vida nunca es estable. Estamos siempre en una continua transición a la búsqueda de una estabilidad que no llega. Personas y civilizaciones vamos sin descanso de donde estamos a cualquier otro lugar que sea diferente. Nos fijamos unas metas, -digamos, como ejemplo, acabar con la guerra en Siria o con la desigualdad o bajar el desempleo-, y luego cientos de vectores internos y externos influyen en nuestros objetivos modificándolos, mejorándolos o cambiándolos. Transición Energética La transición energética podría definirse como el periodo de tiempo, hasta 2050, que nos llevará desde la situación energética presente con un uso esencialmente indiscriminado de nuestros recursos naturales como petróleo, carbón o gas para calentar los hogares, producir electricidad o transportar materiales y personas, a un paraíso energético en el que prácticamente no combustionaremos nada, de modo que el CO2 acumulado en la atmosfera, se irá convirtiendo poco a poco en más arboles. Si en el camino no destruimos el planeta, al final nos lo encontraremos más verde. Este nirvana no es un objetivo imposible. Faltan elementos, empezando por dejar de consumir carbón para producir energía eléctrica porque genera tres y cuatro veces más CO2 que el gas por unidad de electricidad y, por tanto, debe ser eliminado del menú. En España, menos del 20% de la electricidad se produce con carbón, lo mismo que en Italia, la mitad que en Alemania, el 40%, y muchísimo menos que en Polonia, con el 80%. Reino Unido, que hace dos años estaba peor que nosotros, acaba de imponer un impuesto al CO2 que en un año ha reducido el consumo un 60%, y para 2025, dejará de utilizarlo. Es posible producir electricidad sin carbón y cada país parte de premisas diferentes. Francia casi no utiliza, el 80% de sus necesidades eléctricas se cubren con nuclear, una energía que muchos países rechazan. En España, donde el 80% de todas las emisiones de CO2 provienen de producir el 20% de la electricidad, ya ha habido encontronazos entre el MINETAD e Iberdrola por querer cerrar dos plantas de carbón. En Reino Unido, Iberdrola las ha cerrado todas, aquí de momento no les dejan. Todo es parte de esta transición. En cualquier caso, en los próximos años la transición pasará por un abandono gradual del carbón y un posible aumento del consumo de gas para reemplazarlo, tapar el vacío de las nucleares que se vayan cerrando y cubrir los agujeros energéticos que las incrementadas renovables vayan dejando. Pero sobretodo, el acento se pondrá en la búsqueda de la gran pila acumuladora de energía en forma de hidrógeno, litio o grafeno, o algo que ni imaginamos. MIBGAS Lento pero seguro, o no tan lento si miramos el progreso en otros mercados en sus principios, en octubre, más del 6% del gas español se negoció a través de MIBGAS. Una gran noticia pese a que el resto del año fluctuó entre en I maintain that nothing is stable in life.We are always in a state of continuous transition, searching for stability that never comes. People and civilisations restlessly go from one place to another that is different.We set ourselves goals, such as putting an end to the war in Syria or inequality, or reducing unemployment, before hundreds of internal and external vectors influence our objectives, modifying, improving or changing them. Energy Transition The energy transition could be defined as the period to 2050, that will take us from the current energy situation with its essentially indiscriminate use of our natural resources such as oil, coal and gas to heat our homes, produce electricity or transport materials and people, to an energy paradise in which we practically combust nothing, so that the accumulated CO2 in the atmosphere will gradually convert into more trees. If, along the way, we manage not to destroy the planet, we will end up making it greener. This nirvana is no impossible goal. Elements are missing, starting by consuming no more coal to produce electricity as it generates three to four times more CO2 than gas per unit of electricity and, as such, must be removed as an option. Spain produces less than 20% of its electricity with coal, the same as Italy, half that of Germany, 40%, and much, much less than Poland, with 80%. The UK, that was worse than us two years ago, has just introduced a CO2 tax. In one year it has reduced consumption by 60% and by 2025, it will have stopped using it. Electricity can be produced without coal however each country is starting from different bases. France uses almost nothing as 80% of its electricity needs are covered with nuclear, a source rejected by many countries. In Spain, where 80% of all CO2 emissions originate from the production of 20% of electricity, there have already been clashes between the Ministry and Iberdrola for wanting to close down two coal-fired plants. Iberdrola has closed all its plants in the UK while in Spain, for now, they are not allowed to. All of this is part of the transition. In any event, in the coming years the transition will shift from a gradual abandonment of coal and a possible increase in gas consumption to replace it, plugging the void left by nuclear plants that will go closing down, and covering the gaps left by the growing use of renewable energy. Efforts will focus on the search for a huge cumulative fuel cell in the form of hydrogen, lithium or graphene, or something undreamed of. MIBGAS Slow but steady, or not as slow when compared with the progress made by other markets in their early days, more than 6% of EL GAS, UN AÑO EN TRANSICIÓN Juan Vila Presidente de GasINDUSTRIAL GAS, A YEAR IN TRANSITION Juan Vila President of GasINDUSTRIAL A fondo: Análisis 2017 | In depth: 2017 Analysis FuturEnergy | Diciembre 2017-Enero 2018 December 2017-January 2018 www.futurenergyweb.es 45
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