FY45 - FuturEnergy

Panorama Empresarial | Business Overview www.futurenergyweb.es 16 FuturEnergy | Noviembre November 2017 gana terreno en el suministro de calor y movilidad, y sigue creciendo en sus ámbitos tradicionales, lo que contribuye a aumentar su proporción en el consumo final hasta casi un cuarto. El reforzamiento de las iniciativas industriales y políticas de apoyo –incluidas las recientes decisiones de los gobiernos de Francia y el Reino Unido de eliminar progresivamente las ventas de vehículos convencionales de gasolina y diésel para 2040– eleva la previsión de la AIE de flota mundial de vehículos eléctricos a 280 millones en 2040, desde los 2 millones actuales. Para satisfacer su creciente demanda, China necesita añadir el equivalente del sistema eléctrico actual de EE.UU a su infraestructura eléctrica de aquí a 2040, e India el equivalente al de la UE. La magnitud de las futuras necesidades de electricidad y el reto de eliminar las emisiones de CO2 en el suministro eléctrico ayudan a explicar por qué la inversión mundial en electricidad rebasó la inversión en petróleo y gas por primera vez en 2016 y por qué la seguridad eléctrica está claramente escalando puestos entre las prioridades políticas. Las reducciones de costes de las energías renovables no bastan por sí solas para garantizar una eliminación eficiente de las emisiones de CO2 o un suministro fiable. El desafío es definir unas políticas que garanticen una inversión suficiente en redes de electricidad y en un mix de tecnologías de generación que se ajuste lo mejor posible a las necesidades del sistema eléctrico, ofreciendo una flexibilidad cada vez más esencial a medida que aumenta la aportación de las energías eólica y fotovoltaica (una consideración que refuerza los vínculos entre la seguridad de suministro de gas y electricidad). El uso creciente de tecnologías digitales en la economía mejora la eficiencia y facilita la gestión flexible de los sistemas eléctricos, pero también crea posibles nuevas vulnerabilidades que es necesario abordar. Cuando China cambia, todo cambia China está entrando en una nueva fase de su desarrollo que, en materia de políticas energéticas, apuesta firmemente por la electricidad, el gas natural y tecnologías más limpias, de alta eficiencia y digitales. El crecimiento de la demanda disminuyó ostensiblemente desde un promedio del 8% anual entre 2000 y 2012, hasta menos del 2% anual desde 2012, y en el Escenario Nuevas Políticas disminuye hasta un promedio del 1% anual hasta 2040. La normativa sobre eficiencia energética explica buena parte de esta disminución; sin nuevas medidas de eficiencia, el consumo de uso final en 2040 sería un 40% superior. Sin embargo, para 2040, el consumo energético per cápita en China sobrepasa el de la UE. Las decisiones de China tendrán un papel clave a la hora de determinar las tendencias mundiales y podrían desencadenar una transición más rápida hacia la energía limpia. En el Escenario Nuevas Políticas, un tercio de la energía eólica y fotovoltaica está instalada en China y este país representa, además, más del 40% de la inversión mundial en vehículos eléctricos. China representa un cuarto del aumento previsto de la demanda mundial de gas y se prevé que sus importaciones de 280 bcm en 2030 solo sean superadas por las de la UE, lo que convierte a este país en una pieza clave del comercio mundial de gas. China supera a EE.UU. como mayor consumidor de petróleo en torno a 2030, con unas importaciones netas de 13 mbdp en 2040. Pero las medidas estrictas sobre eficiencia de combustibles para coches y camiones, y el cambio en virtud del cual un coche de cada cuatro es eléctrico en UK to phase out sales of conventional petrol and diesel vehicles by 2040 - pushes the IEA projection for the global electric car fleet up to 280 million by 2040, from 2 million today. To meet rising demand, China needs to add the equivalent of today’s power system in the US to its electricity infrastructure by 2040 and India, needs to add a power system equivalent in size to that of the EU. The scale of future electricity needs and the challenge of eliminating CO2 emissions from the power supply help to explain why global investment in electricity overtook that of oil and gas for the first time in 2016 and why electricity security is moving firmly up the policy agenda. Cost reductions for renewables are not sufficient on their own to secure efficient decarbonisation or a reliable supply. The challenge is to define policies that ensure sufficient investment in electricity networks and in a mix of generation technologies that are the best fit for power system needs, providing the flexibility that is increasingly vital as the contribution of wind and solar PV increases (a consideration that reinforces the links between electricity and gas supply security). The increasing use of digital technologies across the economy improves efficiency and facilitates the flexible operation of power systems, but also creates potential new vulnerabilities that need to be addressed. When China changes, everything changes China is entering a new phase in its development that, as regards energy policy, firmly supports electricity, natural gas and cleaner, high-efficiency and digital technologies. Demand growth slowedmarkedly from an average of 8% per year from 2000 to 2012, to less than 2% per year since 2012. In the New Policies Scenario it slows further, to an average of 1% per year to 2040. Energy efficiency regulation explains a large part of this slowdown:without new efficiency measures, end-use consumption in 2040 would be 40% higher. Nonetheless, by 2040, per-capita energy consumption in China exceeds that of the EU. China’s decisions will play a key role in determining global trends and could trigger a faster transition towards clean energy. One-third of the world’s new wind and solar PV power is installed in China in the New Policies Scenario, and this country also accounts for more than 40% of global investment in electric vehicles. China represents one quarter of the projected rise in global gas demand and its projected imports of 280 bcm in 2040 are second only to those of the EU, making China a lynchpin of the global gas trade. China overtakes the US as the largest oil

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